
Un negocio en ruinas y una casa familiar con daños considerables dejó el incendio que tuvo lugar la noche del sábado, 16 de octubre, en la avenida San Carlos, de Sincelejo, a pocos metros de la estación de gasolina de Sevilla.
Las pérdidas son millonarias en el local El Paisa, donde la conflagración inició en la parte trasera, donde funcionaba la bodega, a todo el primer piso y al segundo, donde vive la familia Contreras Sierra, que, pese a recibir, solo el humo, sufrió estragos en numerosos enseres y otros elementos del hogar.
El teniente Daniel Esquivel Zabala, comandante del Cuerpo Oficial de Bomberos de Sincelejo, informó la mañana de este domingo que la primera hipótesis apunta a un cortocircuito.
El oficial señaló que la proximidad de la emergencia con la estación de combustibles había motivado el llamado de apoyo a los cuerpos de bomberos de Corozal, Toluviejo y Tolú, con el fin de acabar más rápido con las llamas.
El alcalde Andrés Gómez Martínez anunció en su cuenta de Twitter ayudas para los afectados.
El incendio presentado en San Carlos fue controlado. Agradecemos a nuestro cuerpo de bomberos y a los de Corozal, Tolú y Toluviejo por apoyarnos en esta emergencia. Gracias a Dios no hay víctimas mortales ni heridos. Mañana evaluaremos daños para ayudar a los afectados.
— Andrés Gómez Martínez (@andresgomezmtz) October 17, 2021
El incendio, añadió, empezó a las 7:00 de la noche y el control total de la emergencia lo alcanzaron ya entrado el domingo, pues los organismos de socorro se centraron en refrescar lo suficiente las paredes.
En el local incendiado comercializaban repuestos y lujos para motocicletas, pero las pérdidas no son solo para él, pues, por el incendio, otros locales del sector no pudieron abrir.

“La venta de elementos que son considerados inflamables contribuyó a esas llamas”, explicó el comandante Esquivel.
La familia que reside en el segundo piso espera la asistencia de la Alcaldía pues necesitan un refugio temporal a otra casa debido a que la que habitaban necesita ser reparada.
El miedo más grande de quienes habitan la zona es que el fuego alcanzara la estación de gasolina, algo que no ocurrió.
Curiosos que poco o nada podían hacer para evitar la emergencia congestionaron el sitio, que de por sí es transitado, y aguardaron cerca pese al riesgo.
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