Afuera del centro comercial Pasaje Real en Sincelejo, no se sabe qué es más evidente. Si los restos de humo pegado a las paredes y techo o si los rostros de tristeza de los comerciantes que perdieron sus negocios en el incendio de la noche del viernes.
Jairo Arrieta Paternina recibió una llamada a las 10:30 de la noche. Le dijeron que se estaba quemando el centro comercial. No sabía si salir de casa en tiempos donde el confinamiento es vital, o si llegar y encontrar dos escenarios: que su local estaba intacto, o que se que había quemado. Encontró lo segundo.
«Estamos sufriendo ese momento tan crítico, yo comercializaba calzado. En el inventario que hicimos el 16 de febrero teníamos, más o menos, 26 millones 800 mil pesos», resume.
Con la quema se fueron a cenizas 18 años de actividad. Aunque se le ve sereno, la voz se le quiebra hasta casi llorar. Está agradecido con Dios, de quien sostiene que lo ayudará a levantarse otra vez.
También con serenidad, Eliana Negrete Méndez, quien tenía un local incinerado, cuenta que hubo una gran falla que limitó la atención de los bomberos.
«No están instaladas las cuestiones para las mangueras (los hidrantes) porque ni en esta ni en la otra calle hay. Tuvieron que esperar a que llegara otro carro-tanque para poder apagar el incendio», relata.
Un cortocircuito
Daniel Esquivel, comandante del Cuerpo de Bomberos de Sincelejo, explica que la principal hipótesis es un cortocircuito que consumió 14 locales, lo equivalente a lo que en el Pasaje Real se le conoce como una manzana.
Funcionarios de la Alcaldía de Sincelejo visitaron la zona de la emergencia para evaluar las pérdidas. Los vendedores que perdieron sus negocios esperan que no sea algo de mero trámite, sino que les ayuden a recuperar lo que les daba el sustento.
Así quedaron
Videos cedidos por comerciantes muestran la magnitud de las pérdidas.
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