Se apagó uno de los gritos más fuertes de la lucha campesina en Sucre

En medio de las restricciones de aglomeración por la pandemia, contrarias a las masivas marchas que convocó desde todos los campos de Sucre, será despedido este miércoles Héctor Conde Ibáñez, fallecido el día anterior en una clínica de Sincelejo.

Fue una de las voces con más autoridad en la lucha campesina, un referente de templanza, sensatez y prudencia a la vez, quien desde Sucre y junto con el campesinado al que empoderó, no vaciló en decirle al Gobierno nacional que la ley 1448, o de Víctimas y Restitución de Tierras, tenía graves errores.

Entre estos, el de los segundos ocupantes o tenedores de buena fe, aquellos que compraron honradamente terrenos con pasado de despojo por parte de grupos armados ilegales.

Su reclamo, aunado al de otros campesinos del país, mereció una especial atención del Gobierno y el reconocimiento de los segundos ocupantes como titulares de derechos.

Conde fue alcalde de San Antonio de Palmito y respondía con una tímida sonrisa a quienes decían que era el único exalcalde de Sucre sin procesos en las ‘ías’ y con pobreza material, en comparación con quienes han saboreado las mieles del poder.

Su trabajo será recordado en la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (Anuc), de la cual era presidente en Sucre, donde entregó sus mejores años en beneficio de quienes construyen el futuro llenando sus manos de tierra.

Era tan respetado entre sus colegas que podía convocar una marcha en solo horas y, al día siguiente, en Sucre amanecía bloqueada «la carretera negra», como definía a las vías nacionales, escenarios donde conseguía captar la atención a los reclamos de su gremio.

Una gorra con propaganda de su asociación, una mochila y un tono conciliador siempre fueron sus mejores aliados y un ejemplo para los liderazgos emergentes en el sector. Nunca buscó figurar, su trabajo le dio el reconocimiento debido.

El cuerpo de Conde es velado en la finca donde residía en Palmito y aunque su sepelio no llene físicamente una «carretera negra», su legado desbordará de honradez la historia de la lucha campesina en el país.