Recursos de fe para este sábado 9 de junio

Foto tomada de Pixabay.
Angeles

(Contenido facilitado por www.diocesisdesincelejo.org)

Sábado de la IX semana del Tiempo Ordinario. Año II

Color verde

(En la Diócesis de Sincelejo se leen estas lecturas y no las correspondientes a la memoria obligatoria del Inmaculado Corazón María, que se celebra el 2 de agosto como patrona diocesana)

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo 4, 1-8

Querido hermano:

Ante Dios y ante Cristo Jesús, que ha de juzgar a vivos y muertos, te conjuro por su venida en majestad: proclama la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, reprocha, exhorta, con toda paciencia y deseo de instruir.

Porque vendrá un tiempo en que la gente no soportará la doctrina sana, sino que, para halagarse el oído, se rodearán de maestros a la medida de sus deseos y, apartando el oído de la verdad, se volverán a las fábulas.

Tú estate siempre alerta; soporta lo adverso, cumple tu tarea de evangelizador, desempeña tu ministerio.

Yo estoy a punto de ser sacrificado, y el momento de mi partida es inminente.

He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he mantenido la fe.

Ahora me aguarda la corona merecida, con la que el Señor, juez justo, me premiará en aquel día; y no sólo a mí, sino a todos los que tienen amor a su venida.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 70, 8-9. 14-15ab. 16-17. 22 (R.: cf. 15)

R. Mi boca contará tu salvación, Señor.

Llena estaba mi boca de tu alabanza y de tu gloria, todo el día. No me rechaces ahora en la vejez, me van faltando las fuerzas, no me abandones. R.

Yo, en cambio, seguiré esperando, redoblaré tus alabanzas; mi boca contará tu auxilio, y todo el día tu salvación. R.

Contaré tus proezas, Señor mío, narraré tu victoria, tuya entera. Dios mío, me instruiste desde mi juventud, y hasta hoy relato tus maravillas. R.

Y yo te daré gracias, Dios mío, con el arpa, por tu lealtad; tocaré para ti la cítara, Santo de Israel. R.

Aleluya Mt 5, 3

Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

EVANGELIO

Esa pobre viuda ha echado más que nadie

Lectura del santo evangelio según san Marcos 12, 38-44

En aquel tiempo, entre lo que enseñaba Jesús a la gente, dijo:

—«¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en la plaza, buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas, con pretexto de largos rezos. Éstos recibirán una sentencia más rigurosa».

Estando Jesús sentado enfrente del arca de las ofrendas, observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos echaban en cantidad; se acercó una viuda pobre y echó dos reales. Llamando a sus discípulos, les dijo:

—«Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero ésta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir».

Palabra del Señor.


Reflexión de la Palabra

9 de junio
Sábado de la IX semana del Tiempo Ordinario. Año II.
Cuando el miedo surge, nos preguntamos qué hacer con nuestros propios temores a la hora de dar testimonio del Señor, cuando sentimos que el ambiente es hostil, y que a otros cristianos que se atrevieron a desafiarlo les ha ido mal. La fuerza solo puede venir del Señor.
2Tm 4,1-8.
Consta que Timoteo, uno de los más leales compañeros de Pablo, era de carácter tímido (cf. 1Co 16,10), distinto de Tito, que era un hábil negociador. El autor manifiesta inseguridad respecto del aguante de Timoteo por el hecho de que él está en la cárcel. Por eso insiste en animarlo a la actividad, puesto que Timoteo, aunque no está encarcelado, podía sentir temor de ir a parar a la cárcel, como Pablo. Lo insta solemnemente y le ruega que, teniendo en cuenta la venida del Señor, se lance a la acción:
a) proclamar el mensaje,
b) insistir siempre en ello y
c) recurrir a los medios apropiados:
• la demostración,
• la censura o
• la exhortación
Esa actividad es tanto más necesaria cuanto el mal amenaza con extenderse:
• la gente se hastiará de «la sana doctrina»,
• se rodeará de maestros que le halaguen el oído,
• se hará sorda a la verdad
• se aficionará a las fábulas.
Las recomendaciones para Timoteo van en dos sentidos:
1. En relación consigo mismo:
• mantener el control de sí mismo,
• soportar las adversidades,
• propagar la buena noticia y
• desempeñar a cabalidad su ministerio.
2. En relación con Pablo:
• conciencia de que ya le llegó el momento de su muerte,
• certeza de él ha sido fiel a su misión
• compartir su esperanza en la gloria prometida.
Esa gloria futura es premio del Señor, «juez justo» (en contraposición a los tribunales que lo van a condenar a muerte), no es solo para Pablo, sino también para «todos los que anhelan su venida». Anhelo que no se limita al deseo, sino que se expresa en la fiel dedicación a la misión. Con esto, Pablo pretende animar a Timoteo para que siga su ejemplo hasta el final, sin ceder al temor.
No es propio del discípulo de Jesús permanecer indiferente en un ambiente en el que la gente se deja llevar por lo que le halaga el oído y cambia de mentalidad y de conducta en función de la comodidad y no en función de su realización humana. Es verdad que hay que respetar la libertad de opción de las personas, pero no por eso hay que dejar de dar testimonio de aquello que nos convence y nos lleva a nuestra realización personal. El testimonio de felicidad es decisivo. El discípulo de Jesús, dando testimonio de ser una persona que ha encontrado el tesoro de su vida, es el mejor cuestionamiento que puede haber para quienes disfrutan y gozan sin ser felices.
Los que comemos del pan a la mesa del Señor tenemos el irrenunciable compromiso de mostrar que la comunión con el Señor nos hace personas realizadas, felices.
Feliz sábado en compañía de María, la madre del Señor.
Adalberto Sierra Severiche, Pbro. 
Vicario general de la Diócesis de Sincelejo
Párroco en Nuestra Señora del Perpetuo Socorro → Fan page

Comentarios en Facebook

Deja una respuesta

Ingresa tu comentario
Por favor, ingrese su nombre aquí