Recursos de fe para este miércoles 13 de junio

Foto: Pixabay.
Angeles
(Contenido facilitado por www.diocesisdesincelejo.org)

Color blanco

Primera lectura

Lectura del primer libro de los Reyes (18,20-39):

En aquellos días, el rey Ajab despachó órdenes a todo Israel, y los profetas de Baal se reunieron en el monte Carmelo. Elías se acercó a la gente y dijo: «¿Hasta cuándo vais a caminar con muletas? Si el Señor es el verdadero Dios, seguidlo; si lo es Baal, seguid a Baal.»
La gente no respondió una palabra. Entonces Elías les dijo: «He quedado yo solo como profeta del Señor, mientras que los profetas de Baal son cuatrocientos cincuenta. Que nos den dos novillos: vosotros elegid uno; que lo descuarticen y lo pongan sobre la leña, sin prenderle fuego; yo prepararé el otro novillo y lo pondré sobre la leña, sin prenderle fuego. Vosotros invocaréis a vuestro dios, y yo invocaré al Señor; y el dios que responda enviando fuego, ése es el Dios verdadero.»
Toda la gente asintió: «¡Buena idea!»
Elías dijo a los profetas de Baal: «Elegid un novillo y preparadlo vosotros primero, porque sois más. Luego invocad a vuestro dios, pero sin encender el fuego.»
Cogieron el novillo que les dieron, lo prepararon y estuvieron invocando a Baal desde la mañana hasta mediodía: «¡Baal, respóndenos!»
Pero no se oía una voz ni una respuesta, mientras brincaban alrededor del altar que habían hecho.
Al mediodía, Elías empezó a reírse de ellos: «¡Gritad más fuerte! Baal es dios, pero estará meditando, o bien ocupado, o estará de viaje; ¡a lo mejor está durmiendo y se despierta!»
Entonces gritaron más fuerte; y se hicieron cortaduras, según su costumbre, con cuchillos y punzones, hasta chorrear sangre por todo el cuerpo. Pasado el mediodía, entraron en trance, y así estuvieron hasta la hora de la ofrenda. Pero no se oía una voz, ni una palabra, ni una respuesta.
Entonces Elías dijo a la gente: «¡Acercaos!»
Se acercaron todos, y él reconstruyó el altar del Señor, que estaba demolido: cogió doce piedras, una por cada tribu de Jacob, a quien el Señor había dicho: «Te llamarás Israel»; con las piedras levantó un altar en honor del Señor, hizo una zanja alrededor del altar, como para sembrar dos fanegas; apiló la leña, descuartizó el novillo, lo puso sobre la leña y dijo: «Llenad cuatro cántaros de agua y derramadla sobre la víctima y la leña.» Luego dijo: «¡Otra vez!» Y lo hicieron otra vez. Añadió: «¡Otra vez!» Y lo repitieron por tercera vez. El agua corrió alrededor del altar, e incluso la zanja se llenó de agua.
Llegada la hora de la ofrenda, el profeta Elías se acercó y oró: «¡Señor, Dios de Abrahán, Isaac e Israel! Que se vea hoy que tú eres el Dios de Israel, y yo tu siervo, que he hecho esto por orden tuya.
Respóndeme, Señor, respóndeme, para que sepa este pueblo que tú, Señor, eres el Dios verdadero, y que eres tú quien les cambiará el corazón.»
Entonces el Señor envió un rayo que abrasó la víctima, la leña, las piedras y el polvo, y secó el agua de la zanja. Al verlo, cayeron todos sobre su rostro, exclamando: «¡El Señor es el Dios verdadero! ¡El Señor es el Dios verdadero!»

Palabra de Dios

Salmo

Sal 15

R/. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti

Protégeme, Dios mío,
que me refugio en ti;
yo digo al Señor:
«Tú eres mi bien.» R/.

Multiplican las estatuas de dioses extraños;
no derramaré sus libaciones con mis manos,
ni tomaré sus nombres en mis labios. R/.

El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré. R/.

Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,17-19):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No creáis que he venido a abolir la Ley o los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el Reino de los cielos.»

Palabra del Señor


Reflexión de la Palabra

13 de junio.
Miércoles de la X semana del Tiempo Ordinario. Año II.
El profeta encara la idolatría con energía y decisión. El narrador se complace en la ponderación de su actitud hasta dejar en la penumbra el hecho histórico, dado su afán por exaltar la obra de Elías, que, en su momento, fue decisiva para que el pueblo recuperara el rumbo perdido por la confusión que provocó la complicidad del rey Ajab con la idolatría de su esposa Jezabel.
1Ry 18,20-39.
Ajab citó en el monte Carmelo al pueblo y a los 450 profetas de Baal. Elías les preguntó hasta cuándo estarían oscilando entre el Señor y Baal. Al no obtener respuesta, quizá por miedo a la venganza del rey y de Jezabel, Elías hizo un desafío: ofrecer un sacrificio sin fuego, y el dios que les respondiera con fuego sería considerado como el verdadero. El pueblo lo aceptó.
Elías les cedió el primer turno a los sacerdotes de Baal, por ser el grupo más numeroso. Ellos comenzaron su ritual y clamaron a Baal el día entero. Las burlas de Elías apuntan a lo que ellos enseñaban de Baal, según las leyendas que circulaban en Tiro. Se decía que era un dios:
• Mercader y viajero (emprendía viajes de negocios) como sus adoradores.
• Periódicamente ausente o dormido, y cuyo despertar se celebraba con ritos festivos.
• Anualmente muerto, en cuyo honor se celebraba un rito como el descrito en el v. 28.
Finalmente, entraron en trance (quizás a causa del desangre) y así comenzaron a vaticinar. Pero todo fue infructuoso. No hubo respuesta de Baal.
Elías convocó al pueblo, restauró el altar que había sido demolido por los adictos a Baal, empapó de agua el altar, la leña y la víctima. Así enfatizó la potencia de Dios, afirmó su fe, y descartó una posible combustión espontánea. Sin drama ni espectáculos, él oró recordando la alianza, y pidió:
• Que Ajab, Jezabel y los profetas de Baal reconozca que el Señor es Dios de Israel, y que Baal y los suyos no tienen cabida en su tierra.
• Que quede claro que él es servidor del Señor, y que ha actuado por orden suya.
• Que el pueblo «sepa» (compruebe) la verdad del Señor como Dios, y «conozca» (experimente) que él es quien cambiará sus corazones.
La respuesta del Señor fue contundente y sin palabras, con hechos innegables. El pueblo no tuvo más alternativa que reconocer que el Señor es «el» (único) Dios. La aclamación del pueblo suena como un eco del significado del nombre del profeta (אֵלִיָּהוּ: «El Señor es nuestro Dios»).
Jesús anunció que la predicación de la buena noticia desprestigiaría los ídolos de los pueblos (cf. Mc 13,24). Pero la tarea del cristiano es otra:
• No lucha en contra de los ídolos ni de sus adoradores. Por su amor a la humanidad, el cristiano da testimonio del amor universal del Padre y propone a Jesucristo como modelo de hombre realizado: el Hijo del Hombre. Y los deja en libertad de escoger.
• No intenta someter y dominar personas, poniéndolas al servicio de un ser poderoso y exigente, sino de servir y mostrar el rostro del Dios que sirve a los seres humanos para que ellos logren su propia realización.
• No busca exterminar religiones y culturas haciendo «tierra arrasada» de todo lugar que pise. Él ofrece respuesta a los grandes interrogantes que se hacen las culturas, lo mismo que las religiones, es decir, cuál es el sentido de: la vida humana, la convivencia social, y la supervivencia personal.
Así, el desprestigio de los ídolos apunta a lo esencial: ofrecer a las personas y las sociedades una alternativa de vida y convivencia para que libremente se aparten de los falsos valores que las deshumanizan y no les permiten vivir y convivir felices. Eso es lo que celebramos en la eucaristía: el amor universal manifestado en la vida entregada de Jesús, la liberación del pecado que nos hace servidores de los demás, y el banquete con el que soñamos y realizamos un mundo nuevo.
Feliz miércoles.
Adalberto Sierra Severiche, Pbro. 
Vicario general de la Diócesis de Sincelejo
Párroco en Nuestra Señora del Perpetuo Socorro → Fan page 

Comentarios en Facebook

Deja una respuesta

Ingresa tu comentario
Por favor, ingrese su nombre aquí