Este viernes, 26 de enero, se cumplieron en su natal municipio de San Pedro las exequias del periodista Mardonio Mejía Mendoza, asesinado la noche del miércoles anterior en su casa.
Las honras fúnebres del comunicador tuvieron lugar en la parroquia San Pedro Claver, donde el sacerdote Hernando Badel, quien conoció a Mejía, reflexionó sobre la labor de los periodistas.
El religioso sostuvo que el papel de los periodistas es difícil y que cuando estos lo asumen buscan que el mundo sea menos oscuro.
«Porque, donde no hay un periodista, donde no hay una persona que esclarezca los hechos y manifieste las cosas de manera muy objetiva y muy real, entonces, quizás, no podemos comprender hacia dónde apunta o hacia dónde se dirige un municipio, un departamento, un país», planteó.
Badel fue más allá al señalar que «la verdad duele, no le gusta a la gente, se convierte en una especie de situación que estorba, que incomoda».
Por el asesinato de Mejía, de 69 años, fue capturado un hombre residente en el vecino municipio de Magangué, quien cayó en poder de la Policía con ayuda de la comunidad. El cómplice huyó en una moto en la que ambos se movilizaban.
La Gobernación de Sucre mantiene una recompensa de hasta 20 millones de pesos por información que ayude a esclarecer el homicidio, que según la Federación Internacional de Periodistas, es el primero de este año en América Latina y el Caribe.
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El presunto asesino del periodista Mardonio Mejía residía en el vecino municipio de Magangué
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