Como una burla y como irrisorio. Así calificó el médico y defensor de derechos humanos Juan David Díaz el plan de reparación a las víctimas que presentó ante la JEP el exgobernador Salvador Arana.
El exmandatario está condenado por el asesinato del padre de Díaz, el alcalde de El Roble Eudaldo Tito Díaz.
La queja del hijo de la asesinado radica en que Arana propuso reparar a las víctimas con cultivos de ajonjolí, lo que para Díaz son migajas si se tiene en cuenta que Arana se apropió de recursos públicos y que «atesoró riquezas».
El también exdiplomático de Colombia en Chile durante del Gobierno de Álvaro Uribe planteó que esos cultivos se den en 10 hectáreas. Díaz le reclamó aclarar si ese terreno será prestado, arrendado o donado.
El plan de reparación de Arana tiene 61 páginas y lo presentó en nombre de la Fundación Sanemos en Paz. Aunque la JEP le pidió ajustarlo y Arana lo hizo, las víctimas no están satisfechas.
«Atendiendo a las recomendaciones efectuadas y, dado el hecho de que, tras mi reclusión por más de doce (12) años, no cuento con los recursos para financiar, de primera mano, la totalidad de lo demandado para la ejecución a cabalidad de los programas de reparación que someto a su consideración, para cada uno de los programas especifico, en detalle, las fuentes de financiación que gestionaré para asegurar su ejecución. Las mismas, incluyen créditos que adquiriré a título personal, así como donaciones – en recursos líquidos y en especie – que buscaré de parte de familiares y amigos», señaló el exgobernador.
Este plan de reparación está dirigido al municipio de El Roble y consiste en la dotación y puesta en marcha de un proyecto productivo de 10 hectáreas de maíz y yuca para familias víctimas residentes en ese municipio.
«Esta modificación se ha hecho en atención al reconocimiento de la intervención directa que tuve en la desestabilización violenta de esa población concreta. Esto acarreó un perjuicio directo no solamente para la familia de su exalcalde, sino para la población, que vio a su mandatario muerto a manos de un grupo armado. Por eso, si la JEP lo avala, dirigiría mis esfuerzos de reparación material a un proyecto productivo destinado a dicha población», añadió Arana.
Tolú es otro de los municipios hacia los cuales Arana dirige su plan de reparación pues reconoce que lo afectó con sus conductas criminales.
El exgobernante reconoce, sin embargo, que, indirectamente, también perjudicó los municipios de Chalán, Colosó, Los Palmitos, Morroa, Ovejas, Palmito, San Onofre y Toluviejo, «además del municipio de Corozal».
El plan de reparación
El plan de reparación del exgobernador se compone de: un acto público de aceptación, perdón, resignificación y redignificación a las víctimas; apoyo al restablecimiento de 10 hectáreas de un proyecto productivo de cultivo de maíz y yuca para la generación de empleo y seguridad alimentaria de familias víctimas del conflicto armado en el municipio de El Roble; talleres para la promulgación de la verdad, la cultura cívica y la historia del departamento y el pueblo sucreño, así como la formación de gestores en derechos sexuales y reproductivos para la prevención de embarazos en adolescentes. El plan quedaría tal cual, si la JEP se lo aprueba.
Otros componentes consisten en preparar terrenos para 10 hectáreas, pagar jornales para siembras de maíz y yuca, 100 kilos de semillas certificadas de maíz, 100 mil cangres de yuca, 10 bultos de abono triple 15, 10 litros de herbicida Dual, 10 kilos de herbicida Karmex, 10 kilos de oxicloruro de cobre, 100 jornales para control de malezas, 10 bultos de urea, 10 litros de insecticida Lorsban, una fumigadora, 20 machetes, 20 visitas de asistencia técnica y cuatro talleres de capacitación técnica organizacional.
Arana calcula que, en promedio, esto permitirá general 120 toneladas de yuca fresca y su comercialización por 20 mil pesos por bulto, cada uno de 40 kilogramos; así como producir 30 toneladas de maíz, a un costo de 800 mil pesos por tonelada, con lo cual habría, en total, un ingreso de 84 millones de pesos.
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