Veintiocho empleados del Centro de Salud ESE de Guaranda completan tres años sin servicio de salud ni aportes a pensiones, porque les embargaron los dineros con los que les pagan esas prestaciones
Así lo denunció este jueves 5 de julio Alfonso Castañeda, empleado de esa entidad que explicó que lo anterior se presenta pese a que los recursos de la salud son inembargables, como lo han advertido la Procuraduría y las altas cortes.
«Un juez la embargo, pero el juez actual ha dictado dos sentencias donde autoriza que se levanten las medidas cautelares para desembargar esas cuentas que están embargadas ilegalmente», sostuvo.
Por lo anterior, los dineros ya están libres, pero, como aseguró Castañeda, el Banco de Bogotá, donde están consignados, no las ha liberado para que les paguen los aportes a los empleados.
«Estamos casi en vía de pensión y no podemos acceder porque nos deben pensión y salud. Esto derivado de que al banco no le da la gana de acatar la orden del juez», precisó.
El primer embargo lo ordenó el Juzgado Promiscuo del Circuito de Majagual, como se lee en una notificación de ratificación del embargo, que firma John Édgar Pérez Garzón, quien fue secretario de ese despacho y que fue detenido por presunta corrupción judicial.
El levantamiento del embargo lo resolvió el Juzgado Promiscuo del Circuito de Sucre-Sucre, pero dejó retenidos unos dineros consignados en otra cuenta y que afecta las cesantías de los empleados, según explicaron los afectados.
También sin cesantías
A esta situación se le suma que los empleados tampoco tienen aportes a cesantías porque también están embargadas, concretamente las de esta vigencia. Los recursos congelados suman $352 millones.
Castañeda mostró a www.sucrenoticias.com documentos en los que el Ministerio de Salud se pronuncia de forma clara sobre la imposibilidad de embargar los recursos patronales, que son los que utilizan para pagarles aportes a los empleados.
Pero ninguno de estos documentos ni los fallos de los juzgados han servido para que los trabajadores de la ESE accedan a sus derechos violados.
El vocero de los empleados se declaró desesperado, con su salud emocional deteriorada y sin saber qué hacer para que sus hijos accedan a los servicios de salud.
«Hay compañeros que tienen cirugía a corazón abierto, de columna vertebral, isquemia cerebral y en mi caso he sido operado cuatro veces y sufro de diabetes. Estamos accediendo a los últimos recursos, porque, de lo contrario, vamos a las vías de hecho», sentenció.
Entre los documentos facilitados por el denunciante a este medio se evidencia que el banco carece de una respuesta a los afectados.
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