Un juzgado de Sincelejo ordenó este martes suspender el remate del Coliseo de Ferias de la capital porque hay indicios de la propiedad del departamento en ese predio.
El asunto ha calado con fuerza en la ciudadanía que, lejos de las minucias del litigio, ha concebido siempre este bien como público.
La suspensión fue ordenada porque el gobernador de Sucre pidió la intervención de la Contraloría Departamental y esta intervino con un recurso jurídico.
El juez cree que hay una cosa por aclarar: si existen en el papel dos federaciones de Ganaderos de Sucre, una pública y una privada.
La pública fue creada por la Presidencia de la República en 1935 y la privada fue autorizada por el Ministerio de Agricultura en 1972, pero, por causas que se desconocen, la segunda está al frente del Coliseo.
Es conveniente que todas las instituciones o personas que puedan ayudar a dilucidar este asunto concurran alrededor del proceso porque se trata de un escenario y de predios emblemáticos para Sucre.
El Coliseo es el santuario de la ganadería en Sucre, es un ícono de la capital y está a punto de quedar, para siempre, en manos de privados.
Hay 15 mil millones de pesos en juego, que es el lo que está valorado el escenario, y muchísimos intereses —uno hasta con tinte criminal— detrás de él.
Cuando el proceso era solo un tema mediático entre privados, nada había pasado, más allá del anuncio del posible remate.
Pero intervino el contralor y eso le valió ser amenazado de muerte. Evidentemente, está en juego una vida, un espacio significativo para los sucreños, y dinero, mucho dinero.
La Fiscalía debe investigar las amenazas, y el proceso del Coliseo debe ser transparente por su interés público.
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