Colombia se juega este 26 de agosto una oportunidad histórica y decisiva de pronunciarse frente a la consulta popular anticorrupción.
Es una iniciativa que promete mucho, pues nos pronunciaremos sobre un asunto doloroso para el país, como lo es la corrupción.
Es paradójico que haya que preguntarnos si queremos o no la corrupción, cuando lo normal es que la rechacemos.
Eso nos dice a qué nivel de corrupción hemos llegado, pues es contradictorio que se nos consulte por algo que humana y moralmente debemos rechazar.
En todo caso, la consulta popular anticorrupción nos ofrece herramientas para repensar ese lamentable panorama.
Salgamos a votar, es un derecho, pero, antes que nada, un deber.
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