Julián Medina, líder de pescadores en el municipio de Tolú, aseguró que el gremio había advertido de una posible mortandad de peces como la ocurrida este martes.
El representante explicó que la alerta había sido dirigida a las autoridades ambientales.
«Desafortunadamente amaneció esa mortandad en el caño de Guainí. En el arroyo Pichilín no han muerto los peces, pero ya están muriendo las jaibas», indicó.
Medina sostuvo que también habían sugerido a la Alcaldía que abriera las bocas de los caños para facilitar el flujo y contraflujo del agua, pero que tuvo que ocurrir la mortandad para que la administración los escuchara.
Rafael Ramos Baiz, secretario de Desarrollo de Tolú, informó que la Alcaldía ha desplazado maquinaria para abrir las bocas de los caños y evitar que más peces mueran por la falta de oxígeno.
El funcionario no descartó que las muertes se hayan producido por la entrada de aguas residuales o servidas al caño Guainí.
Los peces muertos fueron enterrados en la playa. 
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