Un docente del departamento de Sucre, nacido en el corregimiento de Santiago Apóstol, en el municipio de San Benito Abad, está entre los 50 finalistas del Premio Mundial a los Docentes (Global Teacher Prize), el más importante entregado a quienes ejercen la docencia.
Se trata de Jairo Rafael Castro Acosta, quien labora en la Institución Educativa San Marcos y quien se ha dedicado a la educación e investigación en el área ambiental.
El Global Teacher 2026 lo seleccionó entre más de 5 mil postulados de 139 países.
Castro Acosta se crió en una familia desplazada por el conflicto armado y encontró en la docencia el camino para «romper los ciclos de la desigualdad».
Al estar entre los 50 mejores no solo deja en alto su trabajo sino la región por la que siempre ha trabajado: la Mojana.
Castro es pionero de un modelo que posiciona a las escuelas como motores de paz, sostenibilidad y desarrollo local.
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«Castro Acosta es un educador colombiano transformador cuyo trabajo demuestra cómo la educación con raíces territoriales puede sanar a comunidades afectadas por la pobreza, la crisis climática y la violencia histórica«, se lee en la biografía publicada en la página del premio.
La trayectoria del profesor Castro empezó en el Centro Educativo Cuiva, en San Benito Abad, donde creó Hicoteas Mitigantes, un proyecto ambiental liderado por estudiantes en el que abordaba la erosión y la contaminación fluvial mediante la fitorremediación.
«Este éxito inicial sentó las bases de lo que se convertiría en su innovación distintiva: Agroanfibia, una pedagogía desarrollada en la Institución Educativa San Marcos que combina las artes, la ciencia, el periodismo y los conocimientos ancestrales para resolver desafíos territoriales reales», añade la reseña.
Actualmente, Agroanfibia ha beneficiado a más de 500 familias y ha ayudado a reducir la deserción escolar, inspirado a niñas a seguir carreras relacionadas con la ciencia, la tecnología, ingeniería y matemáticas y acompañó a una joven estudiantes a publicar su primer artículo científico en la Red Colombiana de Mujeres Científicas.
«Una de las innovaciones más emblemáticas de Castro es el Aula Flotante, una experiencia de aprendizaje en canoa que reúne a estudiantes, familias y científicos para estudiar la biodiversidad local. Con el apoyo del Ministerio de las Culturas, esta iniciativa se está convirtiendo en una ruta de turismo comunitario que genera una bioeconomía basada en la gestión ambiental», destaca el Global Teacher.

Con esta iniciativa ha fortalecido el pensamiento computacional de 200 estudiantes a través del British Council y el programa Colombia del Ministerio de las TIC, y asimismo, más de 500 estudiantes han participado en el programa de investigación Ondas, del Ministerio de Ciencia.
Otros logros de sus estudiantes se relacionan con la participación en inmersiones académicas en Harvard, el MIT, Japón, Perú, y en la Pre-COP16 y la COP16.
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«Más allá de su aula, Castro ha restaurado los derechos sobre la tierra de 25 familias mediante la defensa comunitaria, ha capacitado a 12 docentes y 400 educadores regionales en STEM y convivencia digital, ha apoyado a 35 docentes en la documentación de sus prácticas de investigación y ha ayudado a expandir Agroanfibia a escuelas vecinas. Sus escritos, con el apoyo de la Fundación Gabo, amplifican las historias de resiliencia de la comunidad», subrayan sobre él.
Si resulta ganador del Global Teacher Prize, Castro planea establecer un laboratorio ambiental móvil, un taller de economía circulació y el primer Centro de Innovación Anfibia en la Mojana. Asimismo, cursar un doctorado en Eduación Ambiental para fortalecer las bases académicas de su modelo.
Para este docente, el logro más significativo es demostrar que, desde uno de los territorios históricamente más olvidados de Colombia, la educación puede transformar líderes que protejan la tierra, transformen comunidades e inspiren al mundo.




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