Wilson Rafael Baldovino, hermano de Rafael Baldovino, asesinado durante los desmanes ocasiones por hinchas del Atlético Bucaramanga el pasado sábado en Tolú, pidió que el crimen no quede en la impunidad.
Wilson fue testigo y sobreviviente porque estaba en su negocio y al lado de su hermano cuando se originó una pelea protagonizada por los hinchas.
El sitio: la estación de combustibles cerca de la glorieta de la entrada al pueblo. En ese momento apareció un hombre sobre el techo de un bus y disparó.
«Cuando empieza el carro a salir del rompoy (glorieta) le propina el tiro al hermano mío en el abdomen», resumió.
El testigo negó que el ataque a su hermano hubiera sido motivado porque él fuera pandillero «ni tenía [puesto] suéter del Junior ni nada».
«[Los hinchas] andaban armados y no querían pagar, pidieron 50 almuerzos y no los pagaron», añadió Baldovino, quien explicó que ese fue uno de los motivos de que los ánimos se caldearan en el pueblo.
El doliente pidió a las autoridades que «la muerte no quede impune y que se haga justicia lo más que se pueda».
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