Globos blancos, pancartas, una enorme bandera de Colombia y potentes gritos de libertad acompañaron este lunes festivo en el municipio de Corozal la marcha para pedir la liberación del patrullero Mauro Muñoz Vergara.
El agente, de 33 años, fue secuestrado el sábado en el municipio de Tame (Arauca) por presuntos integrantes del ELN que lo bajaron de un bus. Iba vestido de civil y en camino a un descanso de 12 días en su natal Corozal.
Moisés Muñoz Monterroza, tío del secuestrado, envió un conmovedor mensaje a los captores de su sobrino, de quien descirbió es un «muchacho humilde, de origen campesino de las sabanas de Sucre».
«Yo sé también que los grupos que lo tienen son también de origen campesino y por lo tanto deben ponerse la mano en el corazón porque no se justifica que en el país se estén matando los pobres con los pobres, campesino con campesino», señaló.
Muñoz pidió al presidente electo Gustavo Petro y a la vicepresidenta electa Francia Márquez que colaboren para liberar no solo a Mauro sino a todos los secuestrados del país.
«Porque hay unas familias sufriendo», sostuvo entre el llanto, y añadió que «que los esperan, que los necesitan, y como dicen el eslogan de Petro: ¡sí a la vida, sí porque en Colombia se puede vivir en paz!».
Lo esperan
Heraldo Muñoz, padre de Mauro, pidió a los captores de su hijo que lo devuelvan sano y salvo, y que le envíen pruebas de supervivencia.
Muñoz pidió a los gobiernos entrante y saliente que «hagan las cosas bien». «Los pobres somos los que estamos pagando todo lo que se está haciendo en este país», manifestó.
«Me siento preocupado, acá la familia, los vecinos, los amigos, sus hijos, y que regrese lo más pronto posible», clamó el padre, mientras Edith Vergara, madre del patrullero les dijo a los captores, entre lágrimas, que «sientan el dolor de una madre» y que ellos también son hijos y tienen madre y padre.
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