Veinte predios que suman 490 hectáreas deberán ser devueltos por la empresa Tekia S.A.S., filial del grupo Argos, a 14 familias que vendieron sus tierras en medio del conflicto entre las Farc y los paramilitares.
Los terrenos están en zona rural del municipio de San Onofre, corregimiento de Palmira. Todos son colindantes y fueron comprados entre 2005 y 2007 por Tekia cuando se llamaba Reforestadora del Caribe.
Los vendieron lugareños, y estos predios luego fueron englobados para desarrollar un proyecto agroindustrial de teca.
La devolución de estos predios se da por orden del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cartagena, que dice en su sentencia que los predios eran fincas altamente productivas, «dedicadas por las familias a la ganadería y al cultivo de alimentos, actividades que fueron interrumpidas por la presencia de grupos armados ilegales que cometieron hechos victimizantes en contra de la población».
«En los hechos que sustentaron la demanda por parte de la Unidad de Restitución de Tierras, se estableció que el 3 de enero de 2003 el frente Montes de María de las AUC y la guerrilla de las Farc sostuvieron un combate que dejó a los habitantes de Palmira en medio del fuego cruzado, lo que desató el desplazamiento forzado y la venta masiva de tierras en la zona. Cuando la empresa Tekia S.A.S. entró al territorio las víctimas no tuvieron mejor opción que negociar su patrimonio y abandonar sus proyectos de vida», determinó la Justicia.
Por lo anterior, esas ventas fueron motivadas por la «imposibilidad de acceder y explotar libremente» esos predios, pues la población estaba en medio de hechos como hostigamientos, asesinatos, siembra de minas antipesona, robo de animales e imposición de ‘vacunas’.
«En este fallo el Tribunal reconoce la condición de víctimas de despojo de las 14 familias representadas por la Unidad de Restitución de Tierras y ampara sus derechos sobre los predios en el corregimiento Palmira. Así mismo, dicta la nulidad de los negocios de compraventa celebrados sobre los fundos y ordena su desenglobe», consideró la Unidad de Restitución de Tierras.
No hubo buena fe
Durante el proceso judicial, la empresa Tekia intentó convencer a la Justicia de que había actuado de buena fe «exenta de culpa», y en cambio, el proceso demostró que esa filial del grupo Argos sí sabía que en la zona había afectaciones a causa del conflicto armado.
«Aun cuando las sociedades opositoras adujeran en su defensa la normalización del orden público de la zona en las fechas de las compraventas, “lo cierto es que la administración pública advertía otro fenómeno de alteración y alerta frente al cambio de las dinámicas y actores del conflicto armado, que igualmente suponía la imposibilidad de retorno de la población desplazada en condiciones de seguridad y estabilización socioeconómica”», añade la sentencia.
Mauricio Martínez Rivillas, director de la Unidad de Tierras en Sucre y Bolívar, celebró el fallo y aseguró que este demuestra el acaparamiento de tierras para la implementación de proyectos que impactan y cambian de manera negativa el uso del suelo, que «también es una modalidad de despojo».
«Este fallo devuelve tierras que tenían una vocación para producir alimentos en la región Montes de María. Esperamos recuperar más tierras para el campesinado y garantizar la seguridad y soberanía alimentaria de nuestro país», señaló el funcionario.
Las 14 familias restituidas tendrán derecho, por el mismo fallo judicial, a medidas de acompañamiento y reparación integral, mientras que los proyectos de teca y su producido serán administrados y destinados a programas de reparación colectiva de víctimas.
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