«Nuestra vida y la de nuestros familiares están en riesgo», denuncian estudiantes y médicos internos de Sucre

Angeles

María José Rodríguez, Fabián Mercado, María Paz Salman, Ricardo Arrieta, Elisa de la Rosa, Laura Contreras y Ángel Alarcón, de Sucre, son solo 7 de los muchos médicos internos y estudiantes de Medicina que no han sido vacunados contra la covid-19.


Así lo denunciaron en un video público que grabaron para unirse a una protesta nacional con la que le exigen al Gobierno nacional que los inmunice debido a la alta exposición al virus.

María José Rodríguez, estudiante de Medicina de la Unisucre y vocal nacional de la Asociación Médica Estudiantil, recordó que el Decreto 109 o Plan Nacional de Vacunación establece que en la primera y segunda fase debe recibir la vacuna el talento humano en salud.

«A la fecha, muchos médicos internos como yo, que laboran todos los días en las IPS de Colombia, no hemos sido vacunados porque nuestros datos no se encuentran en la plataforma Mi Vacuna, a pesar de que las universidades enviaron hace varios meses nuestros datos a las IPS donde desarrollamos nuestras prácticas formativas», contó la representante.

La vocal sostuvo que se han comunicado con diferentes entidades de salud territoriales en busca de una respuesta, pero no han recibido una solución porque aducen no tener responsabilidad ante esta situación.

Muchos de los estudiantes están afiliados como beneficiarios en el régimen especial por ser hijos de docentes. Fecode pidió una respuesta y les contestaron desde Fiduprevisora que son las IPS las que deben gestionar la base de datos de quienes practican la Medicina.

Los afectados han enviado oficios al correo habilitado por el Gobierno para este tipo de situaciones, pero el destinatario está saturado.

«Entonces, sin respuestas y sin vacunas», concluyó Rodríguez, mientras que su compañero Alarcón exigió al Gobierno nacional que responda a la petición.

Los estudiantes e internos piden al Ministerio de Salud que cumpla con el Plan de Vacunación, y recordaron que la labor que ellos desempeñan aporta a la calidad de vida de la población en un momento donde eso es tan necesario.

«Nuestra vida y la de nuestros familiares están en riesgo, no podemos seguir siendo ignorados, ya es hora de ser escuchados», advirtió Laura Contreras.

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