La defensora de derechos humanos Ingrid Vergara Chávez falleció la mañana de este 24 de diciembre tras padecer un cáncer en el maxilar izquierdo.
Vergara, símbolo de lucha y resistencia en causas como la recuperación de tierras despojadas a campesinos desplazados por el conflicto, estuvo internada en una clínica de Barranquilla.
La lideresa era vocera en el departamento de Sucre del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice), desde donde acompañó procesos como el retorno a la finca La Europa y el acceso a la tierra de campesinos del San Jorge.
Desde el Movice lamentamos el fallecimiento de nuestra compañera, lideresa y luchadora incansable Ingrid Vergara.
— Movice (@Movicecol) December 24, 2021
Con su familia le rendimos este sencillo homenaje, esperando que descanse en paz ✨
¡Su lucha seguirá en todas/os nosotras/os! pic.twitter.com/5g9D9ZZKKk
El estado de salud de la defensora era actualizado de manera periódica por su hija Cendy Torres a través de la plataforma Vaki, donde lideró una campaña para financiar el tratamiento de su madre.
El último reporte fue en agosto, cuando informó que estaba a cuatro semanas de finalizar el tratamiento de radioterapia.
En medio de amenazas
Vergara fue amenazada en múltiples ocasiones y esas intimidaciones también alcanzaron a sus familiares más cercanos.
A causa de lo anterior, debía ejercer su liderazgo bajo un esquema de seguridad de la Unidad Nacional de Protección que esta entidad no le retiró por la presión de la ciudadanía.
Su labor le mereció ser finalista del Premio Nacional de Derechos Humanos y del premio internacional de defensores de derechos humanos de Front Line Defenders.
Vergara también era sobreviviente del genocidio contra el partido de oposición Unión Patriótica.
Por todo eso contaba con medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y de un esquema de seguridad ordenado por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), según informó su hija.
Su más reciente lucha se centró en conseguir que la JEP ordenara medidas de protección sobre dos cementerios y dos fincas en San Onofre (Sucre), entre ellas El Palmar, donde se presume hay cuerpos de víctimas del paramilitarismo. Finalmente, la JEP concedió esas medidas y es de los más grandes avances en la materia desde que nació el nuevo sistema de justicia transicional.
Paz en su tumba.
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