Este 4 de diciembre se cumplen 23 años de la masacre de Pichilín (Morroa), donde resultaron víctimas 12 hombres nativos del corregimiento.
Es una fecha difícil para un pueblo al que el Estado, pese a la gravedad del hecho, ha sido esquivo a los pobladores que tienen múltiples necesidades.
Después del desplazamiento por la violencia a causa de las Auc, Pichilín, representado en sus mujeres, recibe esta triste efemérides con una nueva cara gracias a que ellas han intentado darle color a una más de las navidades posteriores a cuando la tristeza los invadió.
Dos días antes de estos 23 años, treinta pobladores, la mayoría mujeres, culminaron el curso de manualidades navideñas en el que se formaron con el Sena por iniciativa de Electricaribe.
El proyecto les ha permitido crear adornos que ya comercializan en el mismo corregimiento, donde ha hecho presencia el área de responsabilidad social empresarial de Electricaribe.
La técnica ha sido implementada con materiales como lana, camba y agujas que dan vida a figuras llamativas y coloridas. Quizás rojos y verdes fuertes que no se veían antes por el acontecimiento luctuoso.
Comentarios en Facebook