La primera sesión formal del Consejo Departamental de Paz de Sucre marcó la reactivación de este organismo y los desafíos que ello plantea.
El más notable es que el gobernador y los demás actores de la institucionalidad, como diputados y alcaldes, asistan de manera presencial y, por primera vez, escuchen las necesidades de la sociedad para la construcción de la paz.
El mandatario departamental se excusó por compromisos previos, mientras que otros servidores o funcionarios públicos no justificaron su ausencia.
Pese a lo anterior, el Consejo de Paz consiguió el quórum porque los participantes –más de la mitad de los 50 integrantes– se reunieron de manera presencial y virtual y avanzaron en la aprobación del Plan de Acción 2022 y del reglamento interno.
Por el lado de algunos consejeros que representan distintos sectores de la sociedad civil, también hubo inasistencias, algunas no justificadas, y otros enviaron delegados.
José Freddy Aguilera, consejero por el sector de la niñez, señaló que entre las necesidades más sentidas en el departamento de Sucre está la de satisfacer los derechos de poblaciones como las de la Mojana y el San Jorge, que padecen a causa del invierno.
Aguilera citó el caso de los damnificados que están desde hace meses a un lado de la carretera San Marcos-Majagual, que están en condiciones precarias, expuestos a riesgos.
También se refirió a las mujeres rurales que tienen necesidades en materia derechos humanos, la necesidad de implementar la cátedra de paz en las instituciones educativas, así como trabajar en la reconciliación entre víctimas y excombatientes, con el fin de evitar hechos de violencia.
Sobre el Plan de Acción, el consejero destacó que el presupuesto es alcanzable, 365 millones de pesos, en comparación con el valor incalculable de la paz.
Para que el Consejo de Paz funcione, Aguilera llamó al gobernador a usar un fondo especial creado por una ordenanza y que solo necesita la asignación de los recursos que permitan invertir en viáticos de los consejeros, lugar de reunión, entre otros.
Por el sitio de reunión, del que la Gobernación no ha dispuesto, no hay excusa para reunirse porque el obispo de Sincelejo, monseñor José Clavijo Méndez, puso a la orden el auditorio de la Curia.
Que sean responsables
Dolores Barrios, consejera por el sector de las mujeres, recordó al gobernador que el Consejo necesita recursos para llegar a los comunidades y sacarlo de los escritorios.
«El desafío que tenemos es que se cumpla esto [el Plan de Acción] y vivir una paz que nosotros anhelamos en nuestro departamento, porque sí se puede lograr, y se logra con el apoyo gubernamental», señaló.
Jorge Escamilla, consejero por el sector de artes y cultura, invitó a la institucionalidad a ponerse la camiseta por la paz y trabajar conjuntamente con cada sector.
«Siempre será necesaria esa participación bipartita. Avanzamos en eso. Si bien algunos no pudieron venir, se conectaron, pero eso resalta la importancia de la paz», añadió.
Su postura fue apoyada por Esteban Cárdenas, consejero por el sector de otras confesiones religiosas (cristianos evangélicos), quien consideró que la palabra «responsabilidad» no está de moda.
«[A] esas personas que tienen la responsabilidad de cumplir para la construcción de la paz, las estamos esperando. Su voz también es importante», expresó.
En esta ocasión, el sector comercio se vio representado en Elías Sánchez, quien destacó que los generadores de empleo sean convocados porque «cuando se respetan todos los derechos» de los trabajadores también se construye paz.
Sí asistirá
Héctor Pérez Pernett, subsecretario de Gobierno de Sucre, aseguró que el gobernador Héctor Espinosa Oliver asistirá presencialmente a la próxima sesión, prevista para diciembre.
Sobre el Plan de Acción, indicó que es un insumo que llevará al gobernador y que, en la medida en que haya disposición financiera, será ejecutado.
El Consejo de Paz está integrado en su mayoría por representantes de la sociedad civil y su deber es asesorar a la Administración departamental sobre la implementación de la política de paz.
Aunque sus recomendaciones no son vinculantes, expresan el sentir de sectores sociales diversos que envían voceros en su representación.
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