Pocas veces han salido del Monasterio Santa María del Rosario, en el barrio El Progreso, de Sincelejo, las hermanas de la Orden de la Inmaculada Concepción.
Hicieron votos ante Dios para vivir en la clausura y orar constantemente por el mundo. Por eso, para ellas no es nada nuevo eso del «aislamiento».
Expertas en estar físicamente lejos del mundo exterior, pero muy cercanas mediante sus ruegos y los medios de comunicación, grabaron un mensaje en audio para enseñar a católicos y no católicos a vivir esta cuarentena.
En el Monasterio viven 12 religiosas que, en medio de la diferencia de edades y culturas, son una auténtica familia.
Son ellas la madre abadesa (superiora) María del Sagrario y las hermanas María de la Inmaculada, María Elcy del Sagrado Corazón de Jesús, Vilma de la Niña María, Ángela del Sagrario, Consuelo del Divino Salvador, Estela de la Eucaristía, Margarita del Corazón de María, Angélica del Corazón de María Lilia de María Auxiliadora, Katerine del Santísimo Sacramento y
Katerine del Espíritu Santo.
Cuando no están orando en el templo, lo hacen mientras preparan hostias y vino, confeccionan ornamentos sacerdotales o hacen panecillos con recetas de su fundadora Santa Beatriz da Silva, que datan de 1484.
Video de cortesía de la Diócesis de Sincelejo.
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