Entre las muchas caras ocultas de la primera aplicación de la vacuna contra la covid-19 en Colombia, que tuvo lugar en Sincelejo, se cuenta la de un grupo exempleados cuyo vocero es el médico Aristides Buelvas Torres.
Solo cargaban una cartelera en la que recordaban los meses de salario que les deben: 18.
«Sr. Presidente Duque, yo también soy trabajadora de la salud y me adeudan 18 meses, igual que a Verónica Machado Torres, jefe de enfermería, la primera en vacunarse en Sucre. Duque –ojo– Duque», decía el cartel.
El profesional y tres enfermeras más, de las pocas que aún perseveran en la lucha por reclamar lo que les corresponde, intentaron pasar el filtro de seguridad de las tres cuadras a la redonda en La Pajuela. Pero por más que insistieron no los dejaron pasar con el argumento de que nadie podía.
Disuelto el operativo, ubicaron a la prensa con la esperanza de que alguien los escuchara.
«En promedio nos deben 13 y 14 meses», resumió. «Qué capacidad tiene esta señora (la agente interventora) de mentir públicamente con el agravante de haber cometido actos de corrupción tipificados con contratación sin el lleno de los requisitos legales», añadió el vocero sobre la agente interventora, quien, según él, gana puntual 32 millones de pesos como salario.
Buelvas comunicó que la agente les está negando el pago de tres meses de prestación de servicios por OPS porque para ella esa deuda ya feneció y no la va a pagar.
Respuesta… y molestia
Después de hablar de la consabida primera vacuna aplicada en Sucre, la prensa quiso conocer una respuesta de la agente interventora, Inés Loaiza Guerra, a las robustas deudas del Hospital con empleados y exempleados. La entrevista transcurría de manera normal, pero la interrumpió Érika Ahumada, directora de Comfasucre, porque no le pareció que la prensa escogiera ese día para tratar el tema.
Una periodista le respondió que la prensa sabía qué preguntar, a lo que Ahumada calló y Loaiza prosiguió:
«El Hospital recibió del Ministerio, a través del Fonsaet, $19 mil millones de pesos, eso alcanza para pagar más o menos el 50% de la deuda anterior y desde que llegó a intervención venimos al menos todos los meses pagando algo a todos», aseguró.
Loaiza desmintió, como lo dice el cartel de las trabajadoras de la salud que acompañaban al doctor Aristides, que le deban meses de salario a Verónica, la primera vacunada en Colombia.
«Ella es una de las personas que no está con ese retraso en los pagos», afirmó la interventora, a quien los medios aprovecharon para preguntarle sobre el caso porque suele no responder oportunamente a los requerimientos de los periodistas sobre este particular.
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