El video de Iván Márquez y Jesús Santrich, conocido este jueves y en el que hablan de un resurgimiento como guerrilla, provocó el rechazo de la Mesa Sucreña por la Paz.
La organización, que ha trabajado durante más de dos décadas por el fin del conflicto armado desde esta región del país, aseguró que la decisión de los cabecillas es lamentable para el país y para quienes trabajan incansablemente por la paz.
José Freddy Aguilera, secretario de la Mesa, señaló que la paz ha sido una utopía que se estaba haciendo realidad con el acuerdo entre el Gobierno y las Farc firmado en el Teatro Colón en noviembre de 2016.
«Que estén reversando esos acuerdos y que hoy estén haciendo nuevos grupos va a tener, de alguna manera, un impacto en el sosiego y en la tranquilidad de todos los colombianos. Lo rechazamos enérgicamente».
Aguilera aseguró que la postura de Márquez y Santrich, este último oriundo de Toluviejo (Sucre), no les deja a colombianos un camino diferente al de toda la vida «por las mismas clases, los mismos corruptos, los mismos dirigentes que han alimentado la guerra».
«Ellos también alimentan la guerra como ‘solución’ a los problemas del país. Estoy convencido de que tenemos un marco democrático para seguir resolviendo nuestras diferencias y nuestros conflictos. Creo en la institucionalidad colombiana para tramitar los conflictos, contradicciones y desavenencias que se puedan tener. Pero el ejercicio de la violencia y la guerra no puede ser el que nos esté sucumbiendo y la única línea y solución a la que podamos acudir».
«Que se mantengan»
En clave de proposición, como se han pronunciado este jueves en el país los defensores del Acuerdo de Paz, Aguilera pidió a los excombatientesde las Farc que se mantengan en el proceso de reincorporación.
«No den su brazo a torcer. La esperanza de construir una Colombia diferente, otra Colombia posible la hay y la podemos realizar desde las acciones democráticas, desde las acciones institucionales que tenemos los colombianos para eso».
El directivo aseguró que nunca van a dejar de existir contradicciones y diferencias, pero que por muy agudas que estas sean se deben tramitar de manera democrática y civilizada, sin el ejercicio de la violencia.
«Son bienvenidos a la sociedad y a la institucionalidad para que puedan, desde allí, convencer a los colombianos de que sus propuestas políticas, de que sus ideas son para las salidas para sacar a Colombia de la problemática en que está. Que sea la palabra la que siga existiendo como marco para resolver los problemas que tenemos».
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