La región de la Mojana sigue padeciendo el rigor de las inundaciones y la situación está lejos de mejorar porque las lluvias no cesan.
Por eso el acceso de los mojaneros a servicios básicos como la salud representa muchas dificultades, pero pese a ello hay avances.
Es el caso de la vacunación contra la covid-19, que ha continuado aun en medio del recrudecimiento del invierno.
La población priorizada es la de mayor edad, que recientemente accedió a las vacunas mediante una jornada de la EPS Coosalud.
Esta, que tiene el 45 % de la población de Sucre (Sucre) afiliada, experimentó el difícil acceso a la zona. La forma más segura de llegar desde Sincelejo es ir por tierra hasta Magangué (Bolívar) y luego tomar una chalupa durante una hora y 45 minutos hasta Sucre (Sucre).
El regreso es una lucha contrarreloj porque los vientos de la tarde tienden a llenar el río de vegetación que hace riesgosa la navegación, por lo que hay que hacerlo temprano.
Gloria Salas, gerente de Coosalud en Sucre, informó que, pese a estas condiciones, 50 adultos mayores de 80 años fueron vacunados, así como embarazadas y niños de 3 a 11 años.
“Nuestra idea es llegar a todos los municipios e invitar a los residentes a que se vacunen y a que vean la vacuna como un símbolo de vida”, señaló la gerente, quien se unió al llamado de las autoridades de salud, que insisten en que todavía hay población que no se ha vacunado.
Esta EPS en particular programó nuevas jornadas de vacunación en la Mojana, esta vez en para los municipios de Guaranda y Majagual.
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