El estadio de béisbol de Sincelejo, que será dedicado al grandes ligas Jorge Mario Alfaro, sigue generando controversias porque su ejecución ha sido retrasada y más costosa de lo previsto.
Así lo advirtió la Contraloría General luego de una auditoría que mostró un hallazgo fiscal, es decir, una posible irregularidad, por valor de 13 mil 455 millones de pesos.
La Contraloría consideró que el estadio, cuyas obras se reanudaron hace poco luego meses de parálisis, es otro de los tantos escenarios deportivos del país con apariencia de elefante blanco.
Además del hallazgo fiscal, la entidad indicó que puede haber una connotación disciplinaria, es decir, una mala conducta de parte de algún o algunos funcionarios responsables de esta obra.
En las cuentas que saca el organismo fiscal están el valor inicial del estadio: 23 mil 198 millones de pesos, más la reciente adición de 12 mil 348 millones de pesos.
«En la mencionada adición de recursos no se contempla un documento detallado donde se especifiquen las medidas adoptadas en materia de estudios, diseños y condiciones técnicas, así como el nuevo cronograma a implementar en el reinicio de actividades y el plazo de estimación final de entrega de obra contratada», indicó la Contraloría en un reporte de prensa.
En la advertencia, hay un duro reproche contra los responsables de la obra, y es que la comunidad no tiene un espacio destinado para el desarrollo, la promoción y la masificación de las actividades físicas, deportivas, formativas y de competencias para el béisbol en Sincelejo.
«La ineficacia e ineficiencia y el poco interés en culminar este escenario deportivo deja en evidencia la afectación que se causa en los recursos públicos», añadió.
«Se ven también perjudicados deportistas que compiten en las diferentes ligas de béisbol en la región norte del país, al igual que niños, niñas y adolescentes que ven sus sueños truncados, ya que desde temprana edad comienzan su formación en este campo deportivo», remató.
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