La Superintendencia de Salud prorrogó por seis meses la medida preventiva de vigilancia especial sobre la EPS Comfasucre.
La decisión, según el organismo nacional, se produjo por «debilidades y hallazgos que se siguen presentando», por lo cual le impuso una serie de requisitos para que mejore sus indicadores financieros, jurídicos, administrativos y de atención al usuario.
Quejas por montón
De acuerdo con la Supersalud, Comfasucre EPS tiene 113 mil 830 afiliados, la mayoría de ellos (108 mil 961) pertenecientes al régimen subsidiado.
«A diciembre de 2019 presentaba un acumulado de 585 quejas y solo entre enero y febrero de 2020 ya tenía 142», precisa la entidad.
La Supersalud le dio un ultimátum hasta el 3 de junio a la EPS para que presente los resultados de un plan de acción del período entre agosto y diciembre de 2019.
«Como parte de su proceso de mejoramiento, el programa de salud tendrá que reducir el número de quejas relacionadas con las demoras en la asignación de citas y autorizaciones de medicina especializada, y con la entrega oportuna y completa de medicamentos», es otra de las obligaciones.
La vigilancia a la EPS arrojó hallazgos «como la tasa de mortalidad perinatal, el porcentaje de gestantes con captación temprana al control prenatal y la tasa de sífilis».
«El programa de salud de esta Caja de Compensación se encuentra en inviabilidad financiera, lo que limita su capacidad para cubrir sus obligaciones».
De vieja data
En su más reciente balance sobre las medidas sobre Comfasucre, la Supersalud informó en diciembre de 2019 que mantenía el control sobre esta EPS con restricción para recibir nuevos afiliados.
Esa medida fue impuesta en 2016 luego de detectar falencias financieras, jurídicas y científicas.
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