Alegría y perseverancia, lo que se vive en las Olimpiadas Especiales

Los deportistas especiales no se rinden. En estas competencias lo primordial es culminar cada prueba. La alegría es la constante.
Angeles

Los rostros de alegría de cada uno de los deportistas que participan en la edición VI de las Olimpiadas Especiales Imder se refleja en cada prueba terminada. Es la satisfacción de la meta cumplida.

Los deportistas llevan dos meses de preparación para estas competencias, pero a diferencia de otros, ellos se preparan para culminar las pruebas y no para ser los primeros.

La maestra Cecilia Romero, de la Institución Educativa para Poblaciones Especiales (Inpes), manifestó que esta es una oportunidad para que esta población practique un deporte y se sienta feliz.

«Cuando ellos reciben una medalla, saben que es un logro alcanzado. Se han preparado en todas las competencias. Este tipo de actividades son incluyentes y demuestran que a esta población la tienen en cuenta», contó la docente.

Los deportistas que participan en estas olimpiadas son personas con discapacidades cognitivas o auditivas. También hay niños y jóvenes con síndrome de Down y autismo. En estas olimpiadas todos los deportistas son ganadores y reciben medallas.

Su mayor ganancia es enseñarle a la sociedad que son capaces de todo y que su vida es normal.

La clausura de las olimpiadas se dio este viernes 17 de agosto en el coliseo menor de Mochila.

Todos los niños compiten en estas Olimpiadas Especiales sin importar la edad y todos reciben medallas. En la foto, el podio en el que todos los niveles son para el primer lugar. Foto: cortesía de Imder Sincelejo

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