Esta semana ha habido dos hechos con pocos precedentes en Sucre. El primero fue un pedido de disculpas del Ejército por haber asesinado a un civil al que hizo ver como guerrillero, cuando era en realidad un joven civil con sueños e ilusiones de trabajo, residente en Toluviejo.
Las disculpas fueron, sin embargo, obligadas. Las ordenó el Tribunal Administrativo de Sucre.
El otro caso ocurrió este martes en la Fiscalía en Sincelejo. A un hombre que había sido detenido en la mayor operación contra la guerrilla en los Montes de María durante el segundo mandato de Álvaro Uribe le ofrecieron excusas.
Se trata Donaldo Segundo López Alquerque y su «honorable familia», como lo reconoció la Fiscalía.
El ofrecimiento de las excusas públicas vino directamente del fiscal general de la Nación y en su representación de Martiza Chavarro Anturi, directora seccional.
Fue una ceremonia solemne, donde entonaron los himnos de Colombia, Sucre y la Fiscalía.
Remberto Benítez Sierra, abogado de la familia López, asistió en representación de esta.
La orden de excusas la profirió el Juzgado Octavo Administrativo Oral de Sincelejo.
El fallo que limpió el mancillado nombre de López Alquerque fue proferido en julio de 2010, todavía en el segundo mandato de Álvaro Uribe, bajo el cual se desarrolló la operación Mariscal.
Pero esta operación estuvo plagada de falsas acusaciones que abultaron los indicadores de las autoridades en la lucha contra la guerrilla.
«Condenar a la Fiscalía General de la Nación a satisfacer a los demandantes mediante la celebración de una ceremonia pública en el municipio de Sincelejo», dice una parte del fallo.
El abogado de la familia explicó que el caso es por una captura en el municipio de Colosó, en el Bajo Don Juan, donde López y otras decenas de montemarianos fueron detenidos bajo el cargo de rebelión.
«Primero fueron acusados por la Fiscalía y absueltos por el Juzgado Segundo Penal del Circuito de Sincelejo. Ahí se inició un proceso administrativo ante los juzgados de Sincelejo. Le correspondió al Octavo y fue en apelación al Tribunal, que confirmó esta diligencia de reparación directa por esta detención injusta», detalló.
El núcleo familiar, más de 15 integrantes, fue indemnizado por daños morales con más de 100 salarios mínimos de la época.
El abogado Benítez es el responsable de que muchos de los injustamente acusados haya recobrado su buen nombre y la libertad.
Este es el segundo atendido por Benítez en el que ha habido pedido de excusas públicas por estos hechos. El primero fue el de Álvaro Barrios Orozco.
López Alquerque está vivo, pero según el abogado, con psicosis y temeroso. Por eso no asistió a la ceremonia de excusas públicas.
«Es un respiro en algo, es para que la gente sepa que ellos no fueron delincuentes, guerrilleros. Es una cosa que le ayuda emocionalmente, les devuelve la confianza a ellos y en el Estado, en este caso en la Fiscalía», sostuvo.
López duró 15 meses preso injustamente.
La deuda sigue
Benítez sugirió al Estado que no se quede con las excusas públicas, sino que invierta en lo social en los sitios donde mancilló el buen nombre de los campesinos acusados de guerrilleros.
«La gente quiere que se visibilice eso, porque mucha gente fue víctima y está invisibilizada, no se sabe. Ellos quieren que se diga a la opinión pública qué pasó, quiénes son los responsables», señaló.
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