Turistas y propios quedaron asombrados con el hallazgo la mañana de este 21 de diciembre de un manatí muerto en playas de Coveñas, en la segunda ensenada.
El animal fue arrastrado hasta la costa con ayuda de cañamos y fue entonces cuando el personal nativo, Guardacostas y la Policía se percataron de que tenía las vísceras expuestas.
Era tan pesado que intentaron retirarlo en una camioneta, pero no fue posible.
Biólogos de Omacha, una ONG que trabaja por ecosistema marino del Golfo, midió el ejemplar y tomó muestras para estudiar las causas de la muerte.
Luego lo retiraron por partes y en bolsas lo más pronto posible porque el estado de putrefacción era avanzado.
Fadel Cuello, biólogo de Carsucre, detalló que el manatí media aproximadamente 3.30 metros y que era una hembra adulta.
«Se puede decir que se le encontró un hematoma en la cabeza, producto, de pronto de un golpe, y se le encontraron unos quistes en los pulmones, lo puede decir que estaba sufriendo de dificultades respiratorias», explicó.
El peso aproximado era de entre 400 y 500 kilogramos. Los análisis tardarán una semana.
Estos mamíferos se encuentran en los dos tipos de aguas, dulce y salada, pero cuando están en esta última es un cruce momentáneo para ir hacia agua dulce, añadió el profesional.
Un hallazgo similar se produjo hace menos de un mes, cuando en el puerto de Conpas fue hallado el manatí Santiago, que está vivo y bajo cuidados de la CVS en Lorica.
El animal fue llamado así debido a que lo hallaron en Santiago de Tolú. Él pesa 180 kilos y su longitud es de 2.33 metros. Es un «adulto juvenil», según se le conoce en términos comunes.
La Policía Ambiental acompañó el operativo de este viernes para garantizar que los profesionales dispusieran adecuadamente de los restos del animal muerto.
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