Este fin de semana los amantes del ciclismo se dieron cita en la segunda prueba ciclística organizada por Ruta Fusión, que escogió un destino natural exigente: Morroa.
Pero más allá de este recorrido, de 42 kilómetros, que Morroa haya sido la sede de este encuentro de jóvenes adultos, la actividad ciclística da vida a un municipio donde antes había violencia y ahora hay vida.
Centenares de ciclistas con jerséis de todos los colores convirtieron al telar cultural de la Sabana en un destino deportivo.
Morroa, con su topografía impredecible, perteneciente a los Montes de María, es el el lugar perfecto para el ciclo montañismo.
Hugo Vergara, presidente de Ruta Fusión, explicó que en 2017 la sede había sido Sincelejo. Ruta agrupa a 22 clubes ciclísticos de la región Caribe.
«Vamos a recorrer todos los municipios del departamento, dando a conocer lo bello de él», manifestó.
Los paisajes, montañas, arroyos y la riqueza forestal de Morroa lo hicieron clasificar para este año.
La prueba fue recreativa, aunque con reconocimientos a los más destacados. Hubo seis puntos de hidratación y 250 ciclomontañistas rodando acompañados de la Policía.
«Este tipo de actividades son de sana recreación para nuestro departamento y, por ende, para todos los visitantes. Es libre, hay un reto competitivo, hay una aplicación que utilizan todos los ciclomontañistas y con eso medimos el esfuerzo», añadió.
Comentarios en Facebook