Julio Hoyos Moreno y Óscar Hoyos Banquet, padre e hijo, de 75 y 43 años, respectivamente, dos de las cinco víctimas de la masacre de San Marcos, ocurrida el pasado 24 de octubre, fueron sepultados este miércoles.
Las exequias fueron oficiadas en la capilla del corregimiento de Cuenca, un poblado a orillas del río San Jorge y donde residían los asesinados.
En el pueblo fue común ver banderas blancas en las puertas de las casas y antes del último adiós, a los féretros con los cuerpos de Julio y Óscar les dieron una vuelta por el pueblo.
Las fotografías que se conocieron de la comunidad, situada a dos horas del casco urbano de San Marcos, mostraron una multitud agitando pañuelos blancos, entre quienes se veía a caballistas.
Los otros tres cuerpos también fueron entregados a sus familiares la noche del martes en la sede de Medicina Legal en Sincelejo.
Este jueves la directora de la Agencia Nacional de Tierras, Myriam Martínez Cárdenas, debe estar en la zona de la masacre como parte de una visita para evitar nuevos conflictos por la propiedad de la tierra, posible móvil de la matanza cuyos autores aún son buscados.
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