Sin respuestas y con la incertidumbre de cómo la Alcaldía impulsará la reactivación económica ante la no reapertura de playas culminó para cerca 100 manifestantes la marcha que protagonizaron en el municipio de Tolú.
Esperaban que el alcalde José Chadid Anachury los escuchara, pero solo consiguieron radicar un documento con alrededor de 40 firmas en el que exponen la crítica situación que padecen porque su actividad laboral, formal o informal, está paralizada o a media marcha.
La petición con el mar de necesidades parece estar a la deriva, en medio de una crisis económica y social que está lejos de naufragar a causa de la pandemia.
Tolú es el único municipio del Golfo de Morrosquillo que se ha abstenido de habilitar playas piloto con todos los protocolos de bioseguridad para aliviar gradualmente su economía afectada por las restricciones que impuso la pandemia. Coveñas y San Onofre ya habilitaron sus primeras playas y se están sumando municipios de Córdoba que conforman el Golfo de Morrosquillo.
Sin respuestas
Marco Benedetti, vocero del sector hotelero en Tolú, aseguró a sucrenoticias.com que el alcalde y sus asesores, entre ellos la encargada del sector turístico, conocen de la difícil situación porque hace cuatro meses 26 agremiaciones les compartieron un documento para preparar a los sectores económicos de cara a la reapertura segura de playas, pero todavía no obtienen una respuesta.
«Ni siquiera hemos tenido una respuesta o una llamada, siempre hemos tomado la iniciativa, hemos buscado. A la Alcaldía no nos dejan entrar, pueden entrar contratistas, personas totalmente diferentes a los que participamos o lideramos gremios, como lo son las señoras masajistas, las señoras paneliteras, los señores cocteleros, los señores artesanos», sostuvo.
Benedetti resaltó la importancia de que el alcalde escuche las peticiones de los gremios porque en Tolú la formalidad es solo del 23% y el resto se concentra en la informalidad.
«El ingreso, el empleo y todo lo que tenga que ver con la parte laboral y la misma seguridad, dependemos del turismo. El turismo es de mucho riesgo y en ocho meses de encierro nos afectó tremendamente porque muchos negocios que estaban en arrendamiento fueron entregados, prácticamente quebraron, no aguantaron, no hay con qué pagar los servicios y nos los van a cortar», añadió.
Y reprochó que el alcalde se haya reunido solo con los representantes de Asetur, una agremiación de empresarios turísticos, y no con quienes ponen el grueso de personal para mover al turismo.
El desespero es tal que quienes reclaman la reapertura y son conscientes de que algunos oficios en la playa, como el de masajista, son difíciles de implementar por un riesgo mayor de contagio de la covid-19, han elaborado proyectos de vinculación laboral para beneficiar a familias.
«Le dijimos: preparen a estas señoras, hay dos agremiaciones, una de 160 y otra de 120 afiliadas. Ellas se ofrecieron, le dijeron que les pagara 350 mensuales por todo concepto el día completo y nosotras nos encargamos del control desde la misma entrada de Tolú», detalló.
Benedetti apeló a las creencias del alcalde, quien antes de asumir como tal era muy cercano a la gente por su labor como párroco, y cuestionó que ahora le falte humanidad para escuchar al pueblo.
«Nos engañó»
La imposibilidad de hablar con el alcalde causó inconformismo en otro sector, el de los bicicleteros. Pedro Sierra manifestó a este medio que se había sentido tratado como un animal porque, aunque esperaron al mandatario, este lo des dio la cara.
«Le dí mi voto de confianza, no le pedí un peso, voté por él porque él iba a hacer por el pueblo, cuando se iba a lanzar expresó muchas palabras. Nos engañó en esa forma», señaló.
Sierra contó que sobrevive del turismo y que pudo trabajar en el puente, pero fue poco lo que pudo hacer porque el control de la Policía es estricto.
«Si abren las playas, me beneficiaría, porque tengo fuente de trabajo. Conozco al alcalde de cuando era sacerdote, iba al grupo que hacía en un hotel y nos habló de que le daba pesar de que la gente pasara necesidad. Le dije que si se lanzaba le daba el voto, pero hemos visto el rendimiento, no ha hecho nada por este pueblo», reclamó.
«No ha sido doliente»
Alicia Martínez, miembro del sector hotelero y quien fue directora de Turismo de la Alcaldía de Tolú, recordó que la petición de la reapertura que piden los trabajadores formales e informales, es de solo un kilómetro y medio de extensión.
«Lo de hoy es una demostración de la inconformidad que hay en el sector turístico, de cómo se está manejando absolutamente todo desde una administración que no ha sido doliente y que está trabajando a espaldas del sector», consideró.
Martínez anunció que las peticiones que radicaron hoy las enviarán al nivel departamental y nacional para conseguir una solución.
«El alcalde puede, si tiene la voluntad, puede habilitar estas playas para que el vendedor de coctel, de helados, la masajista, la shakirera, el bicitaxista puedan lucrarse y obtengan el sustento de su familia», precisó.
Martínez aseguró que desconoce por qué el alcalde no los atiende y se preguntó si el mandatario tiene las capacidades para gobernar al municipio.
Ella coincidió con Benedetti en que el alcalde se ha reunido solo con un sector de los afectados –que son empresarios ajenos a los que pacíficamente se han manifestado– y que el alcalde ha catalogado de «privadas» algunas playas de Tolú que sirven a particulares.
sucrenoticias.com llamó cuatro veces al alcalde a su celular y no nos contestó, también le escribimos un mensaje a WhatsApp y uno de texto para el que tampoco hubo respuesta.
Le manifestamos cuál era nuestra intención de comunicarnos y la utilidad de su opinión para este informe. No es la primera vez que el mandatario opta por no contestarnos.
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