El reporte del Instituto Nacional de Salud a corte del 8 de agosto sobre contagios en población indígena indica que en el país van 4.871 miembros de etnias contagiados con la covid-19.
Cuatrocientos 74 de ellos pertenecen, principalmente, a la etnia Zenú con asentamiento en el departamento de Sucre.
El municipio más afectado es Sincelejo, donde 307 indígenas zenúes han sido sido diagnosticados con esa enfermedad.
Pero también hay miembros de otras etnias que padecen covid-19; en Coveñas hay uno de la etnia Inga, dos de la Nasa (Páez) y dos más por definir.
De la etnia Embera Katío hay 11 contagiados en Sincelejo, dos en Palmito y uno en Ovejas.
De la etnia Wayúu hay tres en Sampués, uno en San Marcos y cinco en Sincelejo.
En la capital de Sucre también fueron registrados los contagios de un indígena de la etnia Pijao y uno de la etnia Sikuani (Guahibo) y hay otros 19 más cuya pertenencia étnica está por definir.
Hay subregistro
Ferney Hernández Santos, cacique territorial del pueblo Zenú de Sampués, consideró en diálogo con el periódico El Heraldo que el número de zenúes contagiados es más alto y que se debe a que hay quienes esperan desde hace más de 20 días el resultado de las pruebas.
«Podemos decir que esta pandemia sí que nos ha golpeado mucho, esas cifras de muertes (14) son mínimas para la cantidad de personas que hemos perdido en estas comunidades zenúes asentadas en los municipios de Sampués y San Antonio de Palmito y unas que están en Sincelejo”, aseguró la autoridad.
Hernández rechazó la calidad de la atención en salud a la población indígena, de la que sostuvo es igual a la de cualquier ciudadano, mala, porque hay demoras y ello, según él, no ocurría cuando estaba la EPS Manexka.
«Nos han atendido es a través de llamadas telefónicas, y eso a quienes logran tener señal donde se encuentran para que les respondan y dentro de un mismo núcleo familiar estamos distribuidos en EPS distintas», señaló.
El cacique precisó que, de no ser por la sabiduría popular de las poblaciones que forman parte de esta etnia, que cerró sus territorios y montó puestos de control desde el 30 de marzo, el número de muertos y de contagiados, sería mayor.
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