El exsenador Antonio Guerra de la Espriella perdió este 1 de abril el manejo sobre dos fincas de su propiedad por decisión de la Fiscalía que las ocupó con fines de extinción de dominio.
Las dos propiedades, de 120 y 50 hectáreas, respectivamente, están en el municipio de San Marcos. También perdió el dominio sobre un vehículo de alta gama.
Lo anterior es consecuencia del presunto favorecimiento del sucreño en la consecución de contratos por parte de la multinacional brasilera Odebrecht a cambio de sobornos.
La Fiscalía sostuvo en un boletín de prensa que, tras conocer un informe técnico, hay evidencias de cómo el excongresista, «aprovechando su posición y contactos», incurrió presuntamente en hechos de corrupción en favor de la compañía.
«Los cruces de información contable y financiera realizados por parte de la Policía Judicial de la Dirección Especializada de Extinción del Derecho de Dominio dejaron ver que, entre el 2012 y el 2017, Guerra De la Espriella obtuvo un incremento injustificado de su patrimonio», detalló el ente investigador.
De acuerdo con la Fiscalía, el material recaudado ha demostrado cómo el exsenador –hermano de la senadora sucreña del uribismo María del Rosario Guerra– sirvió al parecer de mediador para agilizar el trámite de suscripción del contrato de estabilidad jurídica requerido por la multinacional para la construcción de la Ruta del Sol II. Por ese favor, Guerra recibió, presuntamente, 200 millones de pesos.
«La Fiscalía posee además información acerca de la supuesta intervención, por parte de Guerra, en el proyecto de Navegabilidad del Río Magdalena (Navelena), y participado en los trámites de adición (otrosí) del tramo Ocaña-Gamarra (sic)», añadió la Fiscalía.
Las dos fincas y el carro del exsenador están en manos de la Sociedad de Activos Especiales, que los administrará.
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