Monseñor José Clavijo Méndez, obispo de la Diócesis de Sincelejo, está en Bogotá donde participa en la CVI asamblea plenaria del episcopado, cuyo tema de discernimiento se centra en los movimientos apostólicos y las nuevas comunidades.
La asamblea inició el lunes, después de tres días de ejercicios espirituales de los obispos de 77 jurisdicciones eclesiásticas en las que está organizada la Iglesia católica en Colombia.
El prelado de Sincelejo expresó a www.sucrenoticias.com que había partido a la capital del país con la expectativa de analizar los movimientos apostólicos como una realidad muy propia de la Iglesia y que le está dando un rostro nuevo.
«Básicamente, hablaremos sobre eso, aunque también hay espacio para analizar la realidad social del país y para hacer como un observatorio de esta realidad, después de todo este tiempo de política tan fuerte que hubo», sostuvo.
Clavijo explicó que mirar esa realidad es una forma del episcopado estudiar cómo la Iglesia puede colaborar a seguir luchando por un país mejor.
«Encuentro (sobre la política) que se han calmado un poquito los ánimos, no sé si por el fútbol –que sirve de narcótico. Han bajado, o están en un tiempecito de vacaciones, tomando fuerzas y respirando porque la lucha política tiene que seguir. De todas maneras, invito a que no nos polaricemos, a que no sigamos con esas rencillas, que son gratuitas y que muchas veces se hacen, sobre todo en redes sociales, con afirmaciones solamente por herir», añadió.
El jerarca precisó que dentro de las «pobres capacidades» del nuevo Gobierno, «pues ni el presidente que se va ni el que llega son Dios ni tienen la varita mágica para resolver los problemas», debe haber una lucha muy directa y eficaz contra la corrupción.
«Pienso que ese el mayor mal que tenemos en estos momentos. Que se haga todo lo que haya que hacer desde el punto de vista legal para acabar con ese flagelo que impide que los pueblos progresen, porque si la plata que entra por impuestos se gasta en lo que no es, en el bien particular y no en el bien común, pues eso es un cáncer que estamos viendo crecer», anotó.
El obispo refirió que se deben estudiar de manera detallada los siete puntos de la consulta anticorrupción, cuyo principio, a su juicio, es bueno.
«Habrá que estudiar siete puntos para sacar toda la información posible, si realmente eso va a ser eficaz o no. Debe haber una campaña educativa sobre cada uno de los siete puntos para votar a conciencia», sugirió.
La autoridad eclesiástica calificó de paradójico que en Colombia haya que convocar a una consulta anticorrupción para decidir si se acaba o no la corrupción, y comparó esta iniciativa como «poner una ley para que los hijos no abandonen a los padres».
«Ese tipo de leyes ya nos están denunciado el nivel tan inhumano al estamos que llegando en la sociedad», sentenció.
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