Miembros de la Mesa de Garantías de Sucre, que sesionó este martes luego de fracasar hace dos semanas por la inasistencia de representantes de instituciones, cuestionaron la labor de la Fiscalía en las investigaciones por violencia contra líderes.
Íngrid Vergara Chávez, defensora de derechos humanos e integrante del Movice en Sucre, aseguró al concluir la reunión, que hay que perseguir la estructura que está detrás de los delitos contra los líderes.
«No, simplemente, a los (autores) materiales. Si se investiga a los intelectuales y empiezan a acabar la estructura horrible y mafiosa que existe, las cosas van a avanzar», explicó.
De acuerdo con Vergara, esto permitirá que haya menos esquemas de seguridad, que reduzcan los índices de asesinatos y el riesgo.
Que la Procuraduría funcione
La defensora llamó la atención de la Procuraduría porque se ha abstenido de investigar a quienes le incumplen a la Mesa de Garantías.
Citó el caso de la Alcaldía de Sincelejo, entidad que, según Vergara, nunca ha hecho presencia en la Mesa.
«Eso es una investigación que tiene que hacer la Procuraduría. O alcaldes como el de la Villa (San Benito Abad), que no tiene acciones concretas de protección a los líderes de la zona. La Procuraduría tiene que hacer lo que le toca, que es funcionar».
Vergara aplaudió el papel de la Defensoría y de la Policía por su compromiso con la población en amenaza a causa de su ejercicio en defensa de los derechos humanos.
El gobernador se estrenó
Está sesión de la Mesa contó, por primera vez en estos cuatro años, con la presencia del gobernador Édgar Martínez Romero, hecho que fue celebrado por los líderes asistentes.
Ellos opinan que no debe haber delegados en reemplazo de las cabezas de las instituciones porque son estas las que pueden decidir.
Las Autodefensas Gaitanistas
Vergara también reiteró que en Sucre hay presencia de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia porque así lo han evidenciado en visitas a zonas donde los campesinos lo han corroborado.
Pidió al Ministerio de Defensa y a la fuerza pública no desestimar la voz de la comunidad y proteger a la población.
Y recalcó que el Golfo sigue siendo una región utilizada para el tráfico de drogas ilícitas, mientras que al llamado microtráfico lo catalogó como narcotráfico porque es la suma de dosis que dan toneladas.
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