Los afiches de muchos candidatos en Sucre parecen servir para todo menos para lo que fueron pensados, pues abundan en lugares prohibidos y contaminan.
Pegados en postes y otros elementos utilizados para la prestación de servicios públicos, esta es otra época electoral en la que el derroche de publicidad política es incontrolable.
Sin referirse directamente a esta, pero en una clara alusión y por el riesgo que las misma representa cuando la ubican en postes de la energía, Electricaribe recordó que estos y demás mobiliarios son de uso exclusivo de la compañía.
“No debe colocarse en los postes ningún elemento que pueda afectar la atención de daños por parte de personal de la compañía”, señaló en un comunicado.
La empresa sostuvo que la contaminación impide ver referencias importantes como la numeración de postes, transformadores o elementos que permiten reconocer el nombre de los circuitos.
Soffi Santís Martínez, gerente de Electricaribe en Sucre, invitó cuidar de la infraestructura eléctrica y el mobiliario urbano con el fin de que no haya contaminación visual.
Una materia pendiente
El control de la publicidad política es competencia de la autoridad civil, que debe reglamentar, con base en la ley electoral, el uso de espacios para que los candidatos se muestren.
Eso en cuanto a los espacios adecuados, y también puede evitar que los postes y otros espacios no regulados sean utilizados por las campañas políticas.
Esa tarea nunca la han cumplido de manera efectiva las administraciones, no solo por el evidente desinterés en el asunto, sino porque los candidatos tampoco llaman a sus simpatizantes a no violar la ley.
Otro organismo que debe actuar es el Tribunal de Garantías Electorales nombrado por el Consejo Nacional Electoral, cuya llegada a los departamentos suele ser inconveniente porque cuando ello ocurre ya hay violaciones a la ley electoral.
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