El primero en intervenir este lunes en la inauguración de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) en Corozal fue el sacerdote Mario Sotomayor, uno de los párrocos de ese municipio. Su discurso fue corto y directo:
«Tener un corazón con correderas, que seamos capaces de abrir las correderas del corazón, para que allí siempre estén el perdón, la reconciliación, la paz, la convivencia, la fraternidad y el amor. No perdamos de vista eso. Pero eso solamente es posible cuando hay el deseo de aquello se cumpla y se haga realidad.»
Siete departamentos del Caribe y sus 194 departamentos son atendidos por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), que abrió en Corozal su primera sede fuera de Bogotá.
Ahí funcionará la Unidad de Investigación y Acusación, que dirige en el país Giovanni Álvarez Santoyo.
El funcionario detalló que la sede tiene una fiscal de apoyo, la abogada sucreña María Bernarda Díaz; los investigadores Javier Enrique Maldonado, Isabel Palacios, Kennia Paternina, Janner Lopez, de Valledupar, y Fernando Daza. Palacios, Paternina y Daza son sucreños.
«A ellos les pueden exigir que cumplan con su deber, porque para eso estamos. Los miembros de la JEP somos servidores públicos y tenemos una gran oportunidad –se los digo a todos los funcionarios de la Unidad y a los de la Jurisdicción cada vez que puedo hablar con ellos– de poder participar en este proceso, en la construcción de la paz que todos los colombianos queremos. Pero ese privilegio cuesta, implica obligaciones. Y todos los usuarios de la JEP tenemos el derecho a exigirles.»
Álvarez agradeció a la Alcaldía de Corozal por prestar dos oficinas del Centro Integrado de Servicios, donde funciona la administración municipal, para que funcione la JEP.
«Desde aquí aspiramos atender una gran cantidad de víctimas. En la JEP se discutió dónde se iban a ubicar los grupos territoriales, y, ¿qué se analizó? Que estamos muy cerca a los Montes de María, cruelmente afectada por el conflicto armado; también la Mojana y en general todos los departamentos de la Costa, gravemente afectados por el conflicto armado.»
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