En manos de la Corte Constitucional quedó el reconocimiento deportivo de Real Sincelejo FC y su consecuente regreso a la segunda división del fútbol profesional colombiano.
El alto tribunal suspendió provisionalmente un fallo de 2020 que le ordenó a la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) y a la Dimayor la afiliación inmediata del club como un socio de la clase B.
La decisión de la Corte se dio luego de que Juan Carlos Restrepo, padrastro e impulsor de la carrera de James Rodríguez, dueño desde 2015 de la ficha del equipo sucreño, presentara recursos judiciales contra la Dimayor y la FCF.
Los recursos, que instauró en diciembre de 2020, fueron a su favor, pues la Sala Jurisdiccional Disciplinaria de la Judicatura, que hoy es la Comisión Nacional de Disciplina Judicial, protegió sus derechos al debido proceso, a la dignidad humana e interés superior.
Es decir, los órganos rectores del futbol profesional debían afiliar al club, pero no lo hicieron y de eso ya ha transcurrido un torneo.
El diario El Espectador informó que el Tribunal Superior de Sincelejo ha inclinado su balanza a favor de Restrepo y ha vinculado a procesos por desacato a la Dimayor y a la FCF, pero estas siguen negándose a incluir al equipo porque consideran que están vulnerando las normas del fútbol colombiano.
«¿Qué rezan esas reglas? Que solo se puede afiliar clubes con la venía de los presidentes», reseña el diario capitalino.
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El partido judicial lo ganan, por ahora, los demandados, porque la Corte Constitucional, al estudiar los incidentes de desacato, les otorgó medidas cautelares –les permitió no afiliar al equipo– y dejó en suspenso la decisión de la antigua Sala Disciplinaria de la Judicatura.
“La adopción de la medida provisional (a favor de Dimayor y los clubes del FPC) resulta impostergable y necesaria ante la gravedad e inminencia de la afectación de derechos, especialmente a la libertad personal y debido proceso”, es una de las consideraciones del alto tribunal.
Al ser la máxima autoridad constitucional, los jueces que conozcan del caso deben abstenerse de dictar medidas que representen «restricciones a la libertad de los presidentes de los clubes o una medida que afecte a los representantes del fútbol nacional».
La decisión del caso se conocerá en tres meses y, según la Corte, no implica que lo ordenado hasta el momento favorecerá a la Dimayor o a los clubes que se mencionan.
«Lo que pasa es que, según sus palabras, es menos grave suspender los efectos de la tutela ganada por Restrepo, que permitir que continúen los incidentes de desacato adelantados por el Tribunal Superior de Sincelejo», recoge El Espectador.
Real Sincelejo, fundado en 2002, pero fue vendido en 2004 a un empresario pereirano, luego de una marcada crisis económica.
La legalidad de esa venta está en entredicho porque, al parecer, no cumplió con los requisitos, entre ellos una reunión de socios que aprobara el negocio.
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