La marcha de este miércoles 28 de abril en el departamento de Sucre tuvo un motivo adicional para protestar. Además de la reforma tributaria que impulsa el presidente Duque, también expresó su rechazo al impuesto a la seguridad que está impulsando el gobernador Héctor Espinosa Oliver.
Y es que la iniciativa del mandatario se opone a lo que públicamente ha expresado su partido, el Liberal, a través de su jefe natural, César Gaviria: no apoyar impuestos en plena pandemia.
Ese tributo está a dos debates de convertirse en realidad en la Asamblea, donde 7 de los 10 diputados en la sesión del primer debate dijeron sí a ese impuesto. Una se asuentó.
El tributo, de ser aprobado, lo pagarán los estratos 3, 4, 5, y 6, pero el malestar entre quienes lo rechazan es que se tenga que pagar por algo que el Estado debe garantizar.
Ya en Sincelejo el Concejo aprobó en la Alcaldía de Jacobo Quessep Espinosa un impuesto similar que el Municipio recauda a través de quienes saquen un plan pospago en la capital sucreña.
En Sucre marcharon más de 2.000 manifestantes. Un vistazo general permitió constatar que llevaban elementos de bioseguridad como tapabocas, caretas o gafas. En ocasiones, la distancia reglamentaria entre personas no se cumplió.
La Policía custodió por tierra y por aire a través del helicóptero que hace unos días patrulla por la capital sucreña. Este miércoles, a diferencia de meses atrás, hubo policías uniformados de manera permanente en el Centro.
El comercio abrió de manera normal. Solo cerraron algunas entidades que atienden altos flujos de usuarios.
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