La Policía capturó en Barranquilla a José Luis Aduén Uribe, de 46 años, exreligioso anglicano oriundo de Sincelejo, sindicado de explotación sexual.
Aduén, quien fue expulsado en 2015 de su comunidad en la Iglesia anglicana por desobediencia a su obispo y por celebrar misa sin ser sacerdote, ya fue presentado ante un juez de garantías en Barranquilla.
Su captura tuvo lugar en el barrio Los Andes, después de que un joven venezolano denunciara en un CAI de la zona que se había escapado de la casa del exreligioso y que lo obligaban a mostrarse desnudo por cámara web.
El periódico El Heraldo, que accedió a la denuncia, recoge que en la casa había siete venezolanos que compartían piso con el exintegrante de la Comunidad Anglicana San Francisco de Asís.
«El supuesto fraile les cobraba además $4 mil diarios de arriendo, para dormir en el mismo lugar. Eso sumado a $3 mil de desayuno, $5 mil de almuerzo y $5 mil de comida, es decir $17 mil diarios de los $35 mil pactados por el trabajo virtual», detalla el diario barranquillero.
La situación en la vivienda se hizo insostenible cuando, según las víctimas, el negocio se les vino a menos y el exfraile los amenazó.
«El supuesto fraile les cobraba además $4 mil diarios de arriendo, para dormir en el mismo lugar. Eso sumado a $3 mil de desayuno, $5 mil de almuerzo y $5 mil de comida, es decir $17 mil diarios de los $35 mil pactados por el trabajo virtual», expresó uno de los testigos.
La Fiscalía aseguró en audiencias preliminares que el exreligioso actuaba en complicidad con cuatro personas de quienes se desconoce su identidad, y que el negocio les dejaba una ganancia mensual de $50 millones.
El obispo confirma la expulsión
El obispo Mauricio Velga, prior general Orden Dominica en el Atlántico, confirmó que Aduén está expulsado desde 2015, al tiempo que declaró el daño que le ha generado a la comunidad religiosa este caso.
“Al señor lo retiramos de la orden porque nos dimos cuenta que estaban haciendo cosas indebidas como pedir plata y cosas y la cogían para ellos. Ellos no reportaban absolutamente nada y unas personas nos llamaron a decirnos que les estaban dando dinero y nosotros les dijimos que nosotros no habíamos recibido nada y allí empezó el problema con ellos”, sostuvo en diálogo con el portal Zona Cero.
Tras su retiro, Aduén no entregó los hábitos y por eso era común verle con ellos y vestido con cuello clerical, simulando ser sacerdote.
Este viernes continúan las audiencias en su contra y el juez decidirá si lo envía o no a la cárcel.
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