Si viajar enfermo desde la Mojana hasta Sincelejo es ya un drama, entrar a diálisis a las 7:00 de la noche y salir a la 1:00 de la mañana, es un calvario.
Lo sufren por lo menos 18 pacientes de esa apartada subregión del departamento, del San Jorge, la Sabana y Montes de María, que ganaron hace poco una tutela que instauraron con apoyo de la Defensoría del Pueblo contra la EPS Ambuq para que los devuelva a la clínica donde los atendían antes, en horarios dignos.
La razón se las dio el juez sexto civil municipal de Sincelejo, que le ordenó a Ambuq suspender el traslado de los usuarios, muchos de los cuales han sufrido recaídas a raíz del cambio de clínica.
Los enfermos, muchos de ellos víctimas de la violencia, reciben diálisis más de una vez a la semana. El drama comenzó el 14 de septiembre de este año, cuando Ambuq les comunicó que dejarían de recibir atención en una clínica en la que llevaban años, debido a que el contrato con esa entidad había terminado.
«Con base en expuesto, se concluye que la EPS accionada no garantizó a los accionantes el derecho de escogencia de la IPS dentro de las opciones que tiene en su red de prestadores, imponiéndoles el traslado de manera inconsulta y unilateralmente, sin socialización previa», aseguró el juez.
Esta es la segunda vez que la EPS se ve involucrada en denuncias de violación masiva del derecho a la salud a sus usuarios.
El 6 de abril de este año, 108 mil usuarios de esa entidad quedaron sin atención en el Hospital Universitario de Sincelejo porque la EPS debía $2.845 millones al principal centro asistencial de Sucre.
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