Hasta hace unos días la subregión Sabanas de Sucre era una más estaba en el radar de los medios de comunicación por las elecciones atípicas de alcalde en Betulia.
Ese panorama cambió desde hace una semana, cuando empezó una violenta racha: el asesinato de un joven cerca del Arroyo Grande, el asesinato de un hombre dedicado a los oficios varios en el barrio Dios y Pueblo, el asesinato de un hombre en la vía Corozal-Betulia, el atraco en el que balearon a un comerciante en esta misma localidad y ahora el asesinato de un joven en Betulia.
¿Qué está pasando en la Sabana sucreña? ¿Por qué se ha deteriorado tanto la seguridad en esa productiva zona?
Quienes viven en esa parte de nuestro departamento no dudan en pedir medidas especiales para sus poblaciones. El comprensible y apenas lógico.
Las autoridades deben centrar sus esfuerzos en reducir la criminalidad en esa subregión para devolverles la tranquilidad de la que gozaban los sabaneros.
La seguridad se convirtió en un reto para el nuevo alcalde de Betulia y para el alcalde de Corozal. Los hechos desdibujan la buena imagen de la segunda ciudad del departamento y de la tierra del diabolín está muy afectada y el miedo es común entre los pobladores.
Es preciso saber si hay alguna relación entre los asesinatos ocurridos o si, por el contrario, son casos aislados. Lo importante de todo es que no haya más muertes.
Comentarios en Facebook