Pocos días pasaron para que los violentos arremetieran con fuerza en Sucre, donde este fin de semana se registraron cuatro homicidio.
La cruenta jornada comenzó en el barrio Fernán Fortich, del municipio de San Marcos, donde fueron asesinados dos jóvenes en un aparente caso de sicariato.
Continuó en el sector La Virgencita del barrio Villa Mady, en Sincelejo, donde otro joven murió a manos de motorizados que portaban un arma de fuego.
Y este lunes en la mañana se supo del hallazgo del cadáver de un mototaxista en la vereda Bajo La Alegría, en Los Palmitos, donde lo degollaron.
La inseguridad en Sucre se vive por igual en sectores urbanos como en los rurales, y el sicariato y los atracos siguen a la orden del día.
Como ciudadanía estamos en el derecho de exigir seguridad y justicia en los casos en los casos que no quisiéramos que ocurrieran.
No podemos quedarnos ni conformarnos en planes represivos como «El que la hace, la paga»; necesitamos prevención. No queremos que los hechos lamentables ocurran, se necesita evitarlos.
La seguridad, insistimos, no puede medirse en números, pues los seres humanos no estamos para ser utilizados en las estadísticas como «indicadores positivos» cuando los homicidios son pocos y se dice que este índice ha bajado.
Un solo homicidio que se registre es una tragedia y es rechazable desde todo punto de vista.
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