Editorial-10 de agosto de 2018: Suicidios. «Ustedes, los que ven, ¿qué han hecho con la luz?».

Angeles

«Ustedes, los que ven, qué han hecho con la luz?». Esta frase es atribuida al alemán Johann Wolfgang von Goethe, poeta, dramaturgo, novelista, entre otros oficios y artes.

Dicen que a Goethe le cambió la vida después de leer a Shakespeare.  «(…) al leerlo, le causó un gran impacto y consideró que aquella lectura le había abierto los ojos a quien había permanecido ciego, es decir, le inspiró para dar un nuevo contenido a su obra».

Es más que necesario reflexionar sobre estas palabras para preguntarnos, ¿qué hemos hecho por evitar los suicidios en nuestro departamento? ¿Los que vemos la luz, los que hemos vuelto a ver y encontrado motivos para inspirarnos miramos la realidad del suicidio desde la barrera nada más?

Este año van 39 casos en el departamento de Sucre, 15 de ellos en Sincelejo. Uno solo es motivo de alarma, de preocupación y de tristeza. La vida humana, que tanto hemos perdido en Colombia a causa de la guerra, también la estamos perdiendo sin que sea necesario un solo disparo.

Y, añadiendo una pregunta más, ¿qué está pasando para que muchos decidan terminar con su vida? Ya no hay distingo de edad. No son solo casos de adultos agobiados por las deudas. Ni historias de desamor. Ni ancianos enfermos y desahuciados. Los jóvenes también han visto en la muerte una «salida».

A quienes nos falta estar en actitud de salida es a otros. A todos. A las autoridades, a la sociedad civil, a los padres, a los amigos, a los hermanos, a los primos… ¡a la familia entera!

¿Qué incidencia tienen sobre todo esto las realidades que apoyan la muerte como un alivio o un derecho? Sí. El aborto y la eutanasia. ¿Se ha reforzado la muerte como un valor moral?

Estamos frente a una realidad compleja y dolorosa. Y, por eso, una pregunta más: «Ustedes, los que ven, ¿qué han hecho con la luz?».

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1 Comentario

  1. Refiriéndose al problema del consumo de sustancias psicoactivas, que está en la base del perverso círculo del narcotráfico, Luis Carlos Galán pidió que la sociedad de los Estados Unidos se preguntara por qué sus jóvenes se drogaban para evadir la patética realidad que querían vender como «el sueño americano».
    Los suicidios de niños y jóvenes nos están advirtiendo que nuestra sociedad se volvió melancólica, y los niños y los jóvenes ya no encuentran en ella respuesta a sus legítimos anhelos de felicidad.
    Es la sociedad la que está en cuestión.

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