La inversión del presupuesto en el sector Salud del departamento de Sucre provocó en las últimas horas un choque de opiniones entre la senadora Ana María Castañeda y el gobernador Édgar Martínez Romero.
La controversia surgió este martes, luego de que la congresista de origen sucreño se dirigiera a los medios en una comunicación escrita en la que aseguró que «la salud de Sucre está en estado crítico y el gobernador no ejecuta el presupuesto de inversión».
La integrante de la cámara alta citó un informe de la Auditoría General de la República y señaló que, al 31 de diciembre de 2017, la Gobernación había ejecutado solo el 38.92% del presupuesto de inversión en salud, «siendo este uno de los sectores más críticos que tenemos».
“Es muy preocupante ver en dicho informe al departamento de Sucre con $76.261 millones de presupuesto definitivo y $46.580 millones sin ejecutar (61.08%). La menor ejecución se observa principalmente en el renglón de prestación de servicios a la población pobre en lo no cubierto con subsidio a la demanda, en el cual se dejaron de comprometer recursos por $32.027 millones”, indicó la senadora.
Castañeda anotó que pedirá a la Auditoria información detallada de otros sectores, y añadió que indagará sobre posibles sanciones por lo que consideró «ineficiencia e ineficacia del mandatario».
El gobernador le pide que se informe
La respuesta del gobernador vino pocas horas después, también en una comunicación escrita a la prensa, en la que negó que sea ineficiente y argumentó que la crisis del sector Salud se debe a la congelación de recursos por parte del Ministerio de Hacienda, debido a los malos manejos de administraciones pasadas.
«No es que no queramos utilizar los recursos, debemos es conocer la temática para poder lanzar señalamientos. El Ministerio, a raíz de las investigaciones en 2016, gracias a las denuncias que hicimos y en las que se evidenciaron los malos manejos de administraciones pasadas, congeló los recursos, y estamos siendo muy cuidadosos al utilizarlos», sostuvo.
El mandatario agregó que «los señalamientos de la senadora Castañeda dejan mucho que desear de su gestión, por cuanto se nota que no conoce la situación».
«La invito a que consulte la temática para que después lance los respectivos juicios», concluyó.
¿Malas relaciones?
El choque entre el gobernador y la senadora suponen un deterioro de las relaciones de la casa política a la que pertenece la congresista y que representa su esposo, el exsenador Mario Fernández Alcocer.
Fernández ha sido cercano a Martínez hasta por lo menos comienzos del año pasado, cuando se les vio compartiendo en el Carnaval de Barranquilla.
Esta es la segunda diferencia pública entre ambas casas políticas, pues la primera se dio en febrero de este año, cuando Fernández criticó al gobernador porque este no había puesto en marcha la construcción de comedores escolares en Sincelejo.
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