El próximo 25 de noviembre es la fecha anunciada por la Aeronáutica Civil para la reapertura del aeropuerto Golfo de Morrosquillo, de Tolú.
Pero la entrada en operación está en entredicho por “graves riesgos” de los que advirtió la Procuraduría en un informe conocido por este medio.
El documento, elaborado por la Procuraduría Delegada para la Vigilancia Preventiva de la Función Pública, señaló, entre otras, presuntas irregularidades como la extensión de la pista: 1300 metros, “insuficientes” para aeronaves A-320, es decir, de gran tamaño.
Adicionalmente, el cerramiento está incompleto y hay deficiencias en franjas de seguridad, calles de rodaje, drenajes y ayudas visuales.
La Procuraduría precisó que estos incumplimientos vulneran normas internacionales y regulaciones aeronáuticas.
El organismo disciplinario también advirtió de impactos económicos por los posibles retrasos de la reapertura, tales como cancelación de reservas, desvío de vuelos y pérdidas para el turismo en Tolú y Coveñas.
Ante esta situación, la Procuraduría solicitó a la Aerocivil un cronograma detallado, certificaciones técnicas, evaluación de riesgos y el plan de reapertura operacional.
La Procuraduría también requirió una reapertura que cumpla “estrictamente” con las condiciones de seguridad tanto para pasajeros como para operadores y ajustada a los principios de contratación estatal.




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