Hay muchas formas de reconstruir la historia y este jueves, cuando se cumplen 18 años de la masacre de Chengue, un acto conmemorativo lleno de laboriosidad es una de ellas.
Se trata de un cuadro con retazos de tela que elaboró Eva Rivero Hernández y al que tituló Chengue, la sombra de la muerte.
Su inspiración fue un rancho en el que vio una perrita que sus propietarios habían amarrado y que resultó incinerada después de que las Auc les prendieran fuego a las casas del pueblo, aquel 17 de enero de 2001.
Nadie sabía por qué ella pedía pedacitos de tela donde las costureras de Ovejas, pero con que su pensamiento pudiera producir era suficiente.
Los retazos le sirvieron para reconstruir de una manera muy ilustrativa y realista las imágenes del horror de este corregimiento productor de aguacate.
Eva es ama de casa, artista, tiene 68 años. Siempre ha vivido en Ovejas y su gusto por el arte viene desde su infancia. Es muy dedicada, tardó un año elaborando este cuadro que guardó hasta hoy, cuando lo dio a conocer.
No lo había hecho por temor. La masacre la marcó, pero no la silenció. Ella buscó esta forma de expresarse, y 18 años después, lo dejó ver la luz para que la tragedia jamás se apodere de Montes de María.
La masacre de Chengue fue declarada por la Fiscalía delito de lesa humanidad y en ella murieron 27campesinos.
La forma como los masacraron queda plasmada en el cuadro de Eva, de una manera como solo ella la puede contar.
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