El cortejo fúnebre de Camilo Andrés Tirado Farak, de 31 años, el geólogo corozalero asesinado por disidentes de las Farc en Yarumal (Antioquia), fue también un clamor de justicia.
Decenas de familiares y amigos lo acompañaron hasta el Cementerio Central para darle el último adiós.
Muchos de quienes integraron la marcha fúnebre portaron pancartas en las que rechazaban el crimen y exigían a los violentos no matar los sueños de los jóvenes.
El recorrido del féretro desde el templo de la Parroquia San José, en el Centro, donde fue celebrada la eucaristía de exequias, conmovió a quienes lo veían pasar.
«Queremos justicia», «Estamos contigo, Camilo», «No más violencia» y «Es imposible no estar triste; su ausencia duele, pero su recuerdo nos hará sonreír» era lo que se leía en las pancartas.
Camilo falleció junto con dos compañeros, uno de ellos mujer, quienes fueron víctimas de un ataque armado de hombres al mando de alias ‘Cabuyo’, jefe de la disidencia del frente 36 de las Farc.
Quinientos militares buscan al señalado asesino en Yarumal y zonas aledañas. También hay una recompensa de $100 millones a quien dé información para detenerle.
La familia de Camilo, quien trabajaba para la multinacional minera Continental Gold, cree que la empresa no les avisó a sus trabajadores del riesgo de muerte por el accionar de los violentos.
Los dolientes anunciaron acciones legales para que la compañía sea declarada responsable de estas muertes.
Camilo residía en el barrio Los Alpes, de Corozal, era soltero y egresado de la Universidad de Manizales.
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