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Palabra del día
23 de agosto
Fiesta de Santa Rosa de Lima
Color blanco
Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo a los Corintios 7, 25-35
Hermanos: Respecto al celibato no tengo órdenes del Señor, sino que doy mi parecer como hombre de fiar que soy, por la misericordia del Señor. Estimo que es un bien, por la necesidad actual: quiero decir que es un bien vivir así. ¿Estás unido a una mujer? No busques la separación. ¿Estás libre? No busques mujer; aunque, si te casas, no haces mal; y, si una soltera se casa, tampoco hace mal. Pero estos tales sufrirán la tribulación de la carne. Yo respeto vuestras razones. Digo esto, hermanos: que el momento es apremiante. Queda como solución que los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; los que lloran, como si no lloraran; los que están alegres, como si no lo estuvieran; los que compran, como si no poseyeran; los que negocian en el mundo, como si no disfrutaran de él: porque la representación de este mundo se termina.Quieroque os ahorréis preocupaciones: el soltero se preocupa de los asuntos del Señor, buscando contentar al Señor; en cambio, el casado se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su mujer, y anda dividido. Lo mismo, la mujer sin marido y la soltera se preocupan de los asuntos del Señor, consagrándose a ellos en cuerpo y alma; en cambio, la casada se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su marido. Os digo todo esto para vuestro bien, no para poneros una trampa, sino para induciros a una cosa noble y al trato con el Señor sin preocupaciones. «Palabra de Dios. Te alabamos Señor»
SALMO RESPONSORIAL
Sal 44 (45), 11-12. 14-15. 16-17
R/. Llega el Esposo; salid a recibir a Cristo, el Señor.
Escucha, hija, mira: inclina el oído, olvida tu pueblo y la casa paterna; prendado está el rey de tu belleza: póstrate ante él, que él es tu Señor. /R.
Ya entra la princesa, bellísima, vestida de perlas y brocado; la llevan ante el rey, con séquito de vírgenes, la siguen sus compañeras. /R.
Las traen entre alegría y algazara, van entrando en el palacio real. “A cambio de tus padres, tendrás hijos, que nombrarás príncipes por toda la tierra.” /R.
EVANGELIO
Ven, esposa de Cristo, recibe la corona eterna que el Señor te tiene preparada.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 19, 3-12
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: «¿Es lícito a uno despedir a su mujer por cualquier motivo?» Él les respondió: «¿No habéis leído que el Creador, en el principio, “los creó hombre y mujer”, y dijo: “Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne”? De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.» Ellos insistieron: «¿Y por qué mandó Moisés darle acta de repudio y divorciarse?» Él les contestó: «Por lo tercos que sois os permitió Moisés divorciaros de vuestras mujeres; pero, al principio, no era así. Ahora os digo yo que si uno se divorcia de su mujer -no hablo de impureza- y se casa con otra, comete adulterio.» Los discípulos le replicaron: «Si ésa es la situación del hombre con la mujer, no trae cuenta casarse.» Pero él les dijo: «No todos pueden con eso, sólo los que han recibido ese don. Hay eunucos que salieron así del vientre de su madre, a otros los hicieron hombres, y a quienes se hacen eunucos por el reino de los cielos. El que pueda con esto, que lo haga.»«Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús»
Reflexión de la Palabra
23 de agosto.
Santa Rosa de Lima.
Nació el 20 de abril de 1586, en Lima. Fue bautizada con el nombre de Isabel Flores de Oliva. Murió el 30 de agosto de 1617. Fue beatificada el 25 de abril de 1668, y canonizada el 2 de abril de 1671, y fue la primera canonizada de América Latina. La relación entre matrimonio y celibato hay que establecerla desde el punto de vista del reino de Dios. El ideal de vida y convivencia del cristiano es el reino, por eso él es el criterio para valorar y optar por cualquiera de los dos estados que, en esa perspectiva, se complementan, no se excluyen uno al otro.
1. Primera lectura (1Co 7,25-35). La primera noticia que se tiene en torno al celibato en la Iglesia procede de la comunidad de Corinto, ciudad muy conocida por sus excesos de inmoralidad sexual. Allí, el planteamiento no se dio por iniciativa de las autoridades de la iglesia, sino por inquietudes de la misma comunidad. Los corintios, entusiasmados por la buena noticia quisieran dedicarse por entero, como Pablo, a la evangelización, y le consultan si ellos pueden hacer lo mismo que él. El apóstol no conoce lo que escribirá después el evangelista (cf. Mt 19,11-12), pero opina como hombre de fe que se trata de una decisión personal y libre, teniendo en cuenta la caducidad del mundo presente y sus propósitos de «complacer al Señor» y de «dedicarse al Señor en cuerpo y alma». Y declara que juzga el celibato más ventajoso para la misión, en la práctica, pero no puede convertírselo en norma de vida para todos, ya que se trata de un «carisma» que cada uno recibe de Dios, y que cada uno discierne con libertad y responsabilidad (cf. vv. 7.36-38).
2. Evangelio (Mt 19,3-12). El evangelista plantea la razón de ser de celibato y matrimonio en la perspectiva del reino de Dios, es decir, como formas de vida feliz y de convivencia lograda. El matrimonio se da entre iguales. No hay relación de poder entre el varón y la mujer sino atracción mutua para lograr una unidad inseparable. La ley no tiene prelación sobre este orden creado, y, en caso de darse, siempre será terquedad humana que provoca infidelidad a Dios y deslealtad al ser humano. El celibato no es deserción del designio manifestado respecto del matrimonio, sino la aceptación de un don que está por encima de la naturaleza («el vientre de su madre») y de la cultura social («los hombres») para asumir exclusivamente por fe («el reino de los cielos») la responsabilidad de proclamar la realeza del Padre, ofrecer su reinado, construir su reino y engendrar el linaje real de Dios en la tierra. Matrimonio y celibato son dones para la realización personal y para trabajar por una nueva forma de ser humano, que es testimonio de lo que el amor de Dios es capaz de construir como fuerza de vida individual y convivencia familiar y social. La fiesta de Santa Rosa de Lima es una ocasión propicia para recordar que los seguidores de Jesús tenemos el santo compromiso de mostrarle al mundo una nueva manera de convivir, sea en pareja matrimonial, o en celibato consagrado. Santa Rosa escogió el celibato y lo vivió con generosa entrega dedicándose al servicio a los pobres, a la predicación, la austeridad y la oración, a fin de ganar discípulos para Cristo. Ella era consciente de que la fuerza para la fidelidad a esa opción le venía del Señor, y la buscaba ardientemente en la eucaristía. Allí la encontramos todos, los que buscamos vivir fielmente tanto el celibato consagrado como el matrimonio cristiano. Feliz fiesta.
Adalberto Sierra Severiche, Pbro.
Vicario general de la Diócesis de Sincelejo
Párroco en Nuestra Señora del Perpetuo Socorro →Fan page
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