Dos mataderos clandestinos de cerdos fueron desmantelados por la Policía en el municipio de Corozal.
Los procedimientos dejaron siete capturados, así como 98 cerdos vivos y 930 kilos de carne incautados.
Los desmantelamientos fueron posibles luego de sendos allanamientos en predios de Corozal, donde los animales eran sacrificados en condiciones insalubres, «contaminando el producto cárnico y el suelo».
La Policía calcula que cada semana eran sacrificados de la misma forma unos 120 cerdos, lo que generaba unos 2 mil 300 millones de pesos al año.
El producto era sacrificado en puntos de expendio de carnes en las plazas de mercado de Corozal y Sincelejo, así como en tiendas de barrios en diferentes municipios del departamento, lo que para la Policía suponía un riesgo para la salud de los consumidores.
Los detenidos quedaron a órdenes de la Fiscalía.
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